Ponteceso continúa la lucha contra el fuego que comenzaba en la tarde del sábado en Balarés, en la parroquia de Cospindo. A este incendio inicial se sumaron otros cuatro en Brántuas, A Graña, Cores y Nemeño, arrasando al menos 500 hectáreas de arbolado. Los equipos de extinción y los vecinos trabajan arduamente en tratar de controlar la complicada situación, atacando los cinco frentes por tierra y aire.
Dos fuegos están estabilizados –los de Cospindo y Cores– y tres siguen activos. La aparición de nuevos incendios simultáneos hace pensar que son intencionados y que nada tienen que ver con el que comenzó el sábado y que provocó el desalojo de los vecinos de Balarés y de la playa del lugar así como la de O Osmo.
A las ocho de la tarde de este domingo el fuego que corría más peligro era el registrado en A Graña, en la carretera que va de Ponteceso a Malpica, con viviendas cercanas, aunque no fue necesario desalojar a nadie. Las llamas en el lugar comenzaban a las 00.30 horas y han arrasado ya 100 hectáreas.
El alcalde, José Manuel Mato, que estuvo a pie de los incendios desde la tarde del sábado, vaticina una noche muy larga, lo mismo que lo fue la anterior, con los medios aéreos trabajando “a tope” para aprovechar las últimas horas de luz en las que podían trabajar. Aunque admite que la intensidad del viento disminuyó mucho este domingo, la virulencia de las llamas y la sequía en el terreno están convirtiendo el municipio en un infierno, sembrando el caos entre la población. La única solución en estos momentos sería la lluvia, aunque las previsiones apuntan a que todavía continuará el anticiclón en los próximos días.
Según informó la Consellería de Medio Rural, a las ocho de la tarde quedaba estabilizado el incendio de Cospindo tras quemar una superficie de 200 hectáreas. Este fuego comenzaba a las 16.12 horas del sábado en Balarés debido, en principio, a la caída de un cable de alta tensión en la zona. Presentaba varios focos, avivado por el fuerte viento del nordés, y obligaba a desalojar en primer lugar el núcleo de Balarés, tanto las viviendas como el hotel y las personas que se encontraban en la playa, donde se vivieron momentos de mucha tensión. También se desalojó la playa de O Osmo y se trabajó para evitar que las llamas llegasen a las casas en O Couto. El fuego también amenazaba el Monte Branco, una zona protegida de gran valor natural.
En Cospindo trabajan este domingo trece brigadas, once agentes forestales, diez motobombas, tres palas, tres unidades técnicas de apoyo, un técnico y durante todo el día se sumaron a las labores de extinción cuatro helicópteros y un avión.
En cuanto al segundo incendio, que se declaraba a las 20.30 horas del sábado en la parroquia de Brántuas, ya ha arrasado 140 hectáreas. Allí se concentraron la mayor parte de medios: 16 brigadas, así como once agentes, diez aviones, dos helicópteros, cuatro técnicos, siete motobombas, dos palas y tres unidades de apoyo técnico.
El tercer incendio comenzaba a las 00.30 horas del domingo en A Graña, arrasando al menos cien hectáreas de superficie. Allí se movilizaron catorce brigadas, once motobombas, siete helicópteros, doce agentes, un técnico y dos unidades de apoyo.
A las 13.00 horas de este domingo saltaba la alarma por un cuarto fuego en el lugar de Cores, a la altura de la iglesia, según confirmó la Guardia Civil. Allí trabajaron dos hidroaviones, dos helicópteros, motobombas y varias patrullas forestales. Este incendio quedaba estabilizado por lat tarde. Precisamente en Cores, junto a la iglesia, se abría a las 19.45 horas un puesto de mando avanzado.
Un quinto fuego se sumaba a la seis de la tarde de este domingo en A Mezquita (Nemeño), en las inmediaciones del polígono industrial, según confirmaron fuentes municipales.
En total, al menos 500 hectáreas quemadas de monte arbolado a las 20.00 horas del domingo. A las 8.30 de la mañana eran 220 y a las 13.00, 350 hectáreas, lo que obligó a reforzar los medios de extinción llegados de desde diversos puntos de Galicia ante el avance de las llamas. Fue una dura jornada, con el humo inundando el aire y las llamas avanzando por la mañana desde Balarés hacia Corme, localidad que se vio aislada al ser cortadas las carreteras de Brántuas-Niñóns y la de Cospindo a O Couto, así como la AC-424, que enlaza con Ponteceso. A las 21.00 horas se reabría el tráfico en las carreteras DP-6801 y la AC-242 en ambos sentidos, para facilitar las labores de extinción a los medios que trabajan en la zona.
La Guardia Civil y personal sanitario tuvieron que prestar auxilio a un vecino de Corme que tuvo que ser evacuado en ambulancia al sufrir, supuestamente, un ictus. El hombre fue evacuado por la carretera AC-424, una de la que permanecen cortadas. Otras dos personas con problemas para respirar fueron auxiliadas por los agentes, que acudieron con motos y tuvieron problemas para pasar.
El alcalde quiso agradecer la colaboración de vecinos y medios de extinción en estas tareas, ya que todo el mundo está arrimando el hombro. Destacó especialmente la ayuda de cinco ganaderos de Cores que están colaborando con sus cisternas y sus propios medios para combatir las llamas en estos momentos delicados. Equipos de extinción, fuerzas de seguridad y vecinos colaboran en las labores.