Poco antes de las diez de la mañana de este sábado el puerto de Laxe comenzaba a llenarse de movimiento. En tierra, curiosos y visitantes ocupaban el muelle, atraídos por la promesa de un gran simulacro, el Marsec-25, que durante casi cuatro horas convirtió al municipio en el epicentro gallego de la seguridad marítima.
Todo arrancó con una llamada de alerta. Desde la embarcación recreativa ‘Goi’, el delegado en Galicia de la Real Liga Naval Española, José Manuel Pato González, daba el aviso inicial: “Me encuentro en las proximidades del espigón del puerto de Laxe, y tengo a la vista un pesquero, el ‘Novo Narval’, que creo que está haciendo algo ilegal, me parece que sus tripulantes estaban afirmando unos pescados grandes al casco del barco, y cuando pasé cerca de ellos me echaron de allí de… malas maneras. Les aviso de esto por su pudiesen comprobar que están haciendo algo ilegal”.
Así comenzaba el llamado ‘Escenario VI: actuación ante obstrución a unha inspección pesqueira’, el ejercicio diseñado para simular la detección de una actividad pesquera ilegal, la negativa del pesquero a ser inspeccionado, un sabotaje que provocaba un vertido de combustible y la caída de un tripulante gravemente herido al mar. Todo ello, mientras las fuerzas desplegadas —Armada, Gardacostas, Segepesca, Policía Local, Protección Civil y sanitarios— debían coordinarse en tiempo real para gestionar una crisis compleja.
El patrullero de la Armada ‘Arnomendi’ fue uno de los primeros en entrar en acción, acercándose al ‘Novo Narval’ mientras sus buceadores y equipo sanitario se preparaban a bordo. Desde tierra, el remolcador ‘Sebastián de Ocampo’ y el patrullero ‘Punta Festiñanzo’ de la Xunta apoyaban las maniobras de contención de un supuesto vertido de combustible que amenazaba la costa. La escena parecía salida de una película: embarcaciones maniobrando en paralelo, personal equipado con trajes de intervención, redes desplegadas, y una atención milimétrica a cada movimiento.
En paralelo, en el espigón, efectivos de Protección Civil y Policía Local supervisaban el perímetro mientras los sanitarios del centro de salud de Laxe se preparaban para recibir al tripulante herido, que fue evacuado desde el puerto en una operación perfectamente ejecutada.
El simulacro concluyó alrededor de las 13.30 horas, tras casi cuatro intensas horas en las que Laxe vivió una representación fiel de las dificultades y desafíos de un operativo marítimo complejo, acercando a las personas la labor de quienes velan por la seguridad en el mar.
Tras el vistoso simulacro, el puerto recuperaba poco a poco su actividad cotidiana, mientras participantes y asistentes compartían impresiones de una mañana que no dejó indiferente a nadie.
Ya la víspera, el puerto había vivido otro momento especial: la jornada de puertas abiertas permitió a los vecinos de la comarca visitar las embarcaciones participantes en el simulacro, incluyendo el patrullero ‘Arnomendi’, y presenciar un emotivo arriado de bandera al atardecer. Y entre maniobras y exhibiciones, no faltó el sabor: el foodtruck de ‘Galicia Sabe Amar’ ofreció degustaciones de productos del mar, completando una experiencia que unió seguridad, divulgación y gastronomía.