Al final se impuso la lógica y Luis Manuel Insua Lago es el nuevo alcalde de Fisterra al prosperar la moción de censura que contra el minigobierno (dos únicos integrantes) de Áurea Domínguez presentó el Partido Popular, con el apoyo Francisco Martínez Traba, ex miembro del hasta ahora grupo de gobierno de Alternativa dos Veciños.
El pleno en que el se le retiró la confianza a la persona que vino ejerciendo como alcaldesa durante los dos últimos dos años se celebró en un abarrotado salón de actos del Mercado Municipal, en el que se dieron cita alrededor de doscientas personas.
Aunque tanto en el exterior como en el interior del inmueble había un buen número de efectivos policiales (Policía Local y Guardia Civil), no hubo que lamentar incidente alguno y la sesión transcurrió dentro de los cauces normales del juego político en un clima de total respecto, roto de vez en cuando por los vítores y aplausos de los seguidores de una y otra facción.
En este último apartado resultó claramente vencedora la ex alcaldesa, que tuvo que hacer varios altos en su alocución al ser jaleada de forma reiterada por muchos de los presentes.
El pleno arrancó con la constutición de la mesa de edad, que estuvo formada por Tareixa Fernández (BNG), que ejerció de presidenta, y por Jénifer Suárez Silva (PP).
Después le tocó intervenir a Luis M. Insua, como candidato a desbancar del cargo a Áurea Domínguez.
El portavoz de los populares habló de “una moción muy meditada, que no responde a ninguna estrategia política o afán de revancha”.
Apuntó también que el Partido Popular estaba perfectamente legitimado para presentarla, tanto por contar con aval legal como por el hecho de haber ganado las elecciones municipales de 2023, cita en la que rozó el 43% de los votos y se quedó a tan solo un acta de la mayoría absoluta.
Aseguró asimismo que la investidura en su día de Domínguez Sixto respondió a un “cambio de cromos” entre PSOE y AV en los municipios de Fisterra y Bergondo.
Para Insua Lado la moción busca también “un cambio necesario”, que no solo contribuya a restituir la voluntad de las urnas sino a superar la “parálisis y la falta de gestión” que sufre Fisterra.
Recordó así la falta de presupuestos actualizados (están prorrogados desde 2023), a la vez que echó en falta obras y proyectos de calado.
En su disertación se refirió asimismo a las “liortas” del gobierno de AV y achacó a la alcaldesa falta de diálogo, incapacidad para llegar a acuerdos con la oposición y escudarse en un constante “victimismo”.
El candidato anunció una nueva forma de gobernar, prometiendo “trabajo, respeto institucional y compromiso con el pueblo de Fisterra”. Sobre el particular añadió: “Nosotros queremos tender puentes, ofrecemos diálogo y gobernar para todos, sin sectarismos”.
Áurea Domínguez empezó cargando contra Francisco Martínez Traba, su excompañero de grupo que fue expulsado del partido tras firmar la moción de censura junto a los cinco ediles del PP.
“Los firmantes de la moción no tienen ética ni dignidad política y deberían haber esperado a que hablasen las urnas”, dijo Domínguez, levantando las primeras ovaciones de una parte del auditorio.
A continuación insistió en que no había motivos objetivos para retirarle la confianza y que el movimiento obedecía exclusivamente a intereses personales.
Aseguró así que la animadversión del edil transfuga hacia ella empezó “cuando vio que yo no estaba dispuesta a saltarme la ley para satisfacer sus intereses personales”. .
Para Domínguez Sixto la moción es el resultado de un “pacto de conveniencias que nada tiene que ver con nuestra gestión sino que responde a intereses espúreos”, añadiendo que más bien habría que tildarla de “moción contra el trabajo sin descanso, que quedará como la página más triste de la historia de la política municipal de Fisterra”.
Más adelante hizo un balance de su gestión en el que recordó las dificultades que tuvo para que se le aprobase el salario y que su compañero de grupo se vio obligado a trabajar para el Concello sin remuneración, por lo que le preguntó, entre los aplausos de sus incondicionales, a Luis Insua si él también estaba dispuesto a trabajar gratis.
Tiró igualmente de datos para decir que en estos dos años su gobierno licitó obra pública por valor de 1.400.000 euros, frente a los 1.124.000 euros que se licitaron en los cuatro del mandato anterior (2019-2023).
“Se le puede llamar parálisis a esto, señores de la moción”, interrogó provocando nuevos vítores.
El final de su alocución fue igual de efectista por cuanto hizo un alegato de la fortaleza de las mujeres fisterranas, a las que les pidió que la impregnasen a ella con su fuerza y bravura “para salir por la puerta grande, llena de dignidad e integridad y para poder decir que fui la primera alcaldesa de Fisterra que no se dejó vencer ni manipular por quienes, desoyendo al pueblo, se disponen a gobernar entrando por la puerta de atrás”.
También fue muy aplaudida la intervención del otro representante de AV, Francisco Antonio Lestón. Al igual que su compañera de grupo, habló de “moción injusta, infundada y contraria al interés de Fisterra y sus vecinos ... que no responde a una mala gestión sino a una maniobra oportunista y a los intereses de un transfuga”.
Defendió la labor del gobierno durante estos dos años, en los que “trabajamos con compromiso, transparencia y defendiendo el interés de los vecinos.
Otro que se llevó una buena salva de aplausos fue el portavoz socialista, José Marcote, por su perfecta demostración de lo qué es la retranca gallega.
“A la alcaldesa nosotros ya le dijimos antes de las elecciones que la candidatura de Alternativa dos Veciños llevaba un virus dentro”, virus al que puso nombre, el de Juan Francisco Martínez, hijo del edil transfuga, al que acusó de ser el “verdadero artífice de la moción” y de pasarse a AV para perjudicarle a él, al técnico de Urbanismo y al secretario accidental.
“El virus no tardó en actuar y a partir de ahí usted”, le dijo a la alcaldesa, “también su puso en su punto de mira”.
Sobre el compartamiento de Francisco Martínez y su hijo (destituido recientemente como asesor de AV en la Diputación), Marcote siguió diciendo: “Pasaron de socialistas a comunistas y ahora apoyan una moción de censura. Supongo que su próximo paso será hacer una candidatura de VOX”, aventuró, levantando las carcajadas del auditorio, sobre todo al apostillar: “La moción de censura también lleva el virus dentro, aunque supongo que el PP está ya vacunado”.
Tareixa Fernández, del BNG, habló de “mercadeo”, mostró su oposición a la moción, anunció una oposición constructivo y pidió al PP que no aplicase el “rodillo”.
Tras las distintas intervenciones se procedió a la votación, saliendo adelante la moción con los 5 votos favorables del PP y el del edil Francisco Martínez. En contra votaron AV (2), PSOE (2) y BNG (1).
La anécdota llegó a la hora de hacer entrega del bastón de mando.
La presidenta de la mesa quería ceder ese honor a Jénifer Suárez (PP), a la que le hacía especial ilusión, mientras Áurea Domínguez entendía que tenía que hacerlo ella como alcaldesa saliente.
Al final y tras muchas dudas, imperó el criterio de la presidenta,Tareixa Fernández