Los bañistas y visitantes que acuden estos meses a Razo están disfrutando del último verano en el que se podrá aparcar a pie de playa en una buena parte de este litoral carballés. La Demarcación de Costas empezó este jueves la cuenta atrás para poner en marcha las obras de protección del borde litoral sacando a licitación la actuación que tendrá un coste de 1,3 millones de euros y una duración de seis meses.
El objetivo principal de esta intervención es frenar la erosión del litoral y mejorar la seguridad del entorno, un problema que se ha ido agravando en los últimos años debido a la acción de los temporales.
Para ello, se implementarán medidas que buscan reforzar las estructuras de defensa ya existentes, además de introducir nuevos elementos que contribuyan a la estabilización del talud y la protección del ecosistema costero carballés.
La medida más importante en cuanto a la afectación de los usuarios del arenal será quitar presión a los taludes, lo que pasa ineludiblemente por reducir en gran medida casi todos los aparcamientos en el margen derecho de la carretera de la costa, en la zona de A Cabreira, desde el acceso desde Arnados hasta el final de la playa. Esto supondrá un cambio en la forma en que se concibe el uso del espacio costero. La playa, que hasta ahora ha sido un punto de gran afluencia de vehículos y aparcamientos en temporada alta, pasará a estar más enfocada en el tránsito peatonal y la conservación de su entorno natural.
El plan diseñado por la Demarcación de Costas contempla distintas estrategias según la zona de actuación. En los puntos donde la erosión es más severa, se reforzarán las tablestacas de madera existentes con una escollera de vertido y relleno de arena, lo que permitirá una mejor fijación de la vegetación y reducirá la vulnerabilidad del terreno. También se suavizarán las pendientes de los taludes para mejorar su estabilidad.
En la zona que va desde el acceso de la playa hasta las inmediaciones del Náutico de Razo, además de eliminar la línea de aparcamientos, se desplazar la senda peatonal de madera ocupando la zona actual de uno de los carriles de circulación, lo que implicará la reorganización del tráfico, habilitando solo el tráfico unidireccional, en dirección oeste, y reduciendo notablemente la circulación de vehículos.
En el tramo contiguo se prevé realizar un retranqueo de la carretera de la costa con el fin de que las medidas de contención no generen la reducción del ancho mínimo o franja seca de la playa y se reconstruirá un muro de escollera que actualmente se encuentra como protección y sostenimiento de talud a lo largo de todo el borde litoral de esta zona. A partir de la zona del chiringuito se reforzarán los muros de escollera existentes en los accesos a la playa y se eliminarán también los aparcamientos. Por último, en la zona más alejada del núcleo que se considera virgen, solo se retranqueará el vial permitiendo que el proceso natural de erosión continúe sin intervención directa, dado que no compromete infraestructuras críticas.
Además, se reorganizarán las sendas peatonales existentes para minimizar el impacto ambiental y mejorar la accesibilidad. Se instalarán pavimentos de tipo terrizo, elaborados con materiales reciclados como el vidrio, que ofrecen mayor resistencia a la lluvia y evitan la disgregación del firme. También se rehabilitarán las pasarelas de madera que actualmente están en mal estado, ampliando su anchura hasta tres metros en algunos tramos.
El proyecto también incluye la canalización de las aguas de escorrentía para evitar que sigan contribuyendo a la erosión de los taludes. Actualmente, la falta de un sistema adecuado de drenaje provoca la formación de cárcavas en el terreno, debilitando aún más la estructura del borde costero.
El estudio de impacto ambiental concluye que estas medidas contribuirán a reducir la presión sobre la playa y a garantizar su sostenibilidad a largo plazo. La restricción del tráfico y la retirada de aparcamientos en la coronación de los taludes disminuirá el riesgo de nuevos desprendimientos, al tiempo que permitirán recuperar parte del terreno natural de la playa. Estas medidas, sin embargo, no afectarán a la zona de Arnados ni a la explanada, donde se podrá seguir aparcando por el momento, hasta que el Concello desarrolle el plan especial que también eliminará el tráfico y los aparcamientos de esta zona, desplazándolo al interior del núcleo.