El sector hostelero de Carballo sufrió este martes un nuevo ataque contra la propiedad. Ocurrió alrededor de las 5:15 de la madrugada cuando tres encapuchados entraron a robar en el bar Korner, situado en la confluencia de las calles Coruña y Hórreo de la capital carballesa, establecimiento del que acabaron llevándose la máquina registradora con los 2.000 euros de la recaudación que había en su interior y el dinero de la tragaperras. A ello hay que sumar los destrozos cometidos, por el que los propietarios cuantifican las pérdidas en unos 17.000 euros.

Fueron los vecinos situados en las inmediaciones del negocio los que alarmados por el ruido, se percataron de lo que estaba ocurriendo y llamaron a la Policía Local. Y es que los tres encapuchados destrozaron la puerta de entrada del local valiéndose de un pico y una pata de cabra.
Una vez dentro, destrozaron la tragaperras para llevarse su recaudación, además de apoderarse de la máquina registradora, que aparecería tirada a primeras horas de la tarde en un camino de la zona de Verdes, en el municipio de Coristanco. 

La proximidad de la sede policial, situada a apenas 200 metros de distancia, facilitó la rapidez de la respuesta policial. Una patrulla se dirigió de inmediato hacia el lugar y desplegó un operativo con el fin de tratar de evitar la huida de los delincuentes. La presión y el bloqueo policial impidieron que uno de los enmascarados pudiese subirse al Seat León de color gris en el que finalmente lograron escapar, tras romper el cerco policial, sus dos compañeros. 

Mientras el vehículo se dirigía a toda velocidad hacia la calle Fomento, para enfilar la misma rumbo a Coristanco, al tercer delincuente no le quedó más remedio que emprender la huida a pie. Sin sacar la máscara que llevaba se adentró en la calle Barcelona con varios policías locales pisándole los talones, hasta que consiguieron apresarle en la calle Tarragona. 

Con anterioridad, los agentes llegaron a dispararle hasta en dos ocasiones con un pistola eléctrica Taser, pero sin resultado alguno debido a que el delincuente llevaba puesto un traje de neopreno.
Instantes después llegó la Guardia Civil, que se hizo cargo del detenido. Su identidad responde a las iniciales, C.A.G., tiene 35 años y es de origen colombiano aunque lleva tiempo afincado en Carballo.