La Rapa das Bestas de Vimianzo continúa haciendo historia. Ya van 27 años desde que hombres y animales empezaron a medir sus fuerzas en el Campo da Areosa para proceder a la rapa propiamente dicha. En las últimas ediciones se fueron incorporando mujeres a esta lucha con los equinos y ayer volvían a hacerlo. Cinco jóvenes saltaron al curro para cortar las crines y dejar a los animales con un nuevo “look”, ayudando así en las labores de saneamiento.
Todo un espectáculo para la vista, con los aloitadores a lomos de los caballos, tirarlos al suelo con su propio cuerpo y completar la rapa. Una vez más, quedó demostrado que más vale maña que fuerza, y salvo algunas “mazaduras” como gajes del oficio, no hubo que lamentar ningún incidente, tal como explicaba la vicepresidenta de la entidad organizadora, la Asociación Cabalar Monte Faro, Ánxela Arjomil. Este año la rapa se prolongó más tiempo de lo habitual, ya que hubo más tiempo de descanso en el espectáculo.
Cientos de personas disfrutaron de la rapa y de la jornada, que comenzaba con una sesión de doma con Paco Martos, que dejó impresionados a todos los asistentes por su pericia. Además, el tiempo dio una tregua durante todo el día para disfrutar del espectáculo en el Campo da Areosa.