A últimas horas de la tarde del martes recibieron cristiana sepultura en el cementerio parroquial de Cores, en el municipio de Ponteceso, los restos mortales de Borja Carabel Villar, el joven de 19 años que a minutos después de 1 de la madrugada del pasado lunes perdió la vida en un accidente de tráfico ocurrido al paso de la AC-552 por el núcleo carballés de A Revolta.

Numerosos vecinos y amigos quisieron acompañar a la familia del joven en un momento tan difícil por lo que el entierro resultó una masiva manifestación de duelo. En el municipio de Ponteceso hay una gran consternación por la tragedia, toda vez que el padre del joven es una persona muy conocida por dedicarse a la compra-venta de madera. El pesar se incrementó todavía más al conocerse nuevos detalles del siniestro, más concretamente que fue una de las dos hermanas del fallecido la primera persona que se encontró con el accidente que le costó la vida.

Y es que la víctima y su hermana trabajaban como camareros en el establecimiento hostelero Pizzería Il Molino de Coristanco. Según explicó el dueño del negocio, en la madrugada del domingo al lunes los dos salieron juntos del local poco antes de la 1 para coger sus respectivos coches y dirigirse a la vecina población de Carballo, en donde la joven tiene alquilado un piso. En base a misma versión del hostelero coristanqués, la víctima fue el que primero en emprender la marcha en su Seat León, por lo que cuando la hermana llegó al piso y no lo encontró, acabaría volviendo sobre sus pasos tras una corta espera.

Fue así como acabó encontrando el coche accidentado, volcado sobre el techo en una parcela situada en medio de unas viviendas de la zona de A Revolta, justo en frente del lugar que hasta no hace mucho tiempo ocupaba el antiguo concesionario de la Renault. 

El dueño del Il Molino definió a Borja Carabel como “un joven sano, trabajador, humilde y atentísimo, virtudes por las que era muy apreciado por toda la clientela”. En el muro de Facebook del Ponteceso SD, club en cuyas categorías bases militó el malogrado joven hasta que con la llegada de la pandemia optó por colgar las botas, hablan también de él como “un joven encantador, educado, trabajador y que nos dejó muy buenos recuerdos”.