El Concello de Ponteceso logrará reducir, después de muchos años, su deuda bancaria a cero, según se acordó en el pleno celebrado el pasado miércoles. Esta medida, impulsada por el actual equipo de gobierno, pone fin a una carga financiera que durante más de una década condicionó la capacidad inversora del municipio y que, en su momento más crítico, alcanzó los 1,6 millones de euros.

Con la amortización de los casi 180.000 euros que quedaban pendientes para este año, el Concello elimina por completo sus compromisos bancarios, lo que, en palabras del alcalde, José Manuel Mato, significa “seguir dando pasiños cara adiante” para que “as arcas municipais deixarán de estar lastradas por unha pesada lousa que nos oprimía dende hai unha década”.

El regidor ha destacado que esta decisión no implica una paralización del gasto, sino todo lo contrario. Mato defendió que el gobierno local ha logrado esta meta gracias a unha “xestión cauta, responsable, eficiente e con sentidiño” dos recursos públicos, insistiendo en que “seguimos mellorando infraestruturas e mantendo e ampliando os servizos públicos”.

La reducción total de la deuda, explican desde el Concello, permite abrir una nueva etapa de mayor autonomía económica y capacidad para atraer inversiones. Así, el dinero que anteriormente se destinaba a amortizar créditos podrá ser reinvertido en nuevos proyectos y servicios para la ciudadanía. “Un Concello saneado é un Concello máis dinámico, robusto e con maior capacidade de atraer inversións”, recalcó Mato.
 

En esa misma línea, el pleno también aprobó inversiones que superan los 319.000 euros, que se destinarán a la mejora de caminos, renovación de parques infantiles y redes de abastecimiento. Son actuaciones previstas en  las parroquias de Brantuas, Xornes y Cospindo a cargo del Plan Único provincial.