La Xunta facilita el cambio de uso de bajo comercial a vivienda

La Xunta facilita el cambio de uso de bajo comercial a vivienda

 El Gobierno gallego ha dado luz verde de forma definitiva este jueves al nuevo decreto de “habitabilidad” con el objetivo de facilitar y permitir, en determinados supuestos, que bajos comerciales abandonados o sin actividad en entornos urbanos puedan renunciar a su uso original para reconvertirse en viviendas.


El presidente gallego, Alfonso Rueda, y la vicepresidenta segunda y responsable de Vivienda de la Xunta, Ángeles Vázquez, han defendido esta norma que adapta la realidad gallega a la situación actual y sirve para “mejorar la calidad de vida de los gallegos”, según el primero.


Con todo, el mandatario autonómico ha insistido en que “no se trata de eliminar comercios y cambiarlos por vivienda” sino que es una fórmula de compatibilizar ambas opciones.


Con esta norma, se actualiza un decreto que ya tenía 13 años y que presentaba requisitos que o bien eran muy estrictos o ya habían quedado obsoletos de cara a rehabilitación o reforma de una vivienda.


El cambio más relevante introducido con este decreto es el de favorecer o facilitar la reconversión de bajos en viviendas cuando se den este tipo de situaciones, permitiendo ahora a los ayuntamientos “hacer excepciones y simplificar las exigencias necesarias para garantizar la intimidad de los residentes en determinados ámbitos”, siempre que esté debidamente justificado por razones urbanísticas o de protección patrimonial de la zona.


Para ello, se mantiene con carácter general la exigencia de protección de vistas en las viviendas resultantes de la reconversión de locales comerciales en planta baja, pero serán las administraciones municipales las que podrán delimitar ciertos ámbitos en los que se exima del cumplimiento de estos requisitos, o bien se maticen para que resulten más fáciles de cumplir, mediante la tramitación de un anexo de habitabilidad.


En la práctica, esto permitirá, por ejemplo, que bajos con una altura de 2,5 metros puedan transformarse en viviendas cuando antes se requería un mínimo de 3,2 metros.


Asimismo, también se flexibilizan las condiciones que debe cumplir una vivienda para ser considerada exterior ya que con este cambio se facilita la delimitación de los tipos de espacios exteriores a los que se deben abrir las viviendas para tener tal consideración, al permitir a los ayuntamientos definir cuáles son estas zonas sin necesidad de acometer una modificación de su planeamiento urbanístico.


En el caso concreto de viviendas localizadas en cascos históricos, antes se exigía que 2 de las habitaciones principales -salón y dormitorios- tuvieran salida al exterior pero a partir de ahora la segunda estancia exterior podrá ser también la cocina.


Además, el diámetro mínimo establecido para que los patios de manzana computen como zonas exteriores de calidad se reduce de 0,7 metros a 0,5 metros.


La norma flexibilizará así las normas para los usos, lo que podrá beneficiar a unos 7.000 bajos en alquiler que actualmente tenían “muy pocos visos de futuro como comercio”.


Ángeles Vázquez ha sostenido que estos cambios cuentan con “gran respaldo” entre propietarios y sector, así como también, a su juicio, entre la sociedad gallega que busca “seguir avanzando y evitar la degradación” del territorio.


Según la conselleira, la actualización de la normativa de habitabilidad va a facilitar, por una parte, la existencia “de un mayor número de viviendas y que haya alquileres más bajos” ante el aumento de la oferta y por otra, “garantizar la calidad de vida de los gallegos a través de viviendas dignas”.


Por otro lado, el Consello ha conocido este jueves el ‘Plan de la cultura marítima de Galicia. Horizonte 2030’, presentado por la consellería de Mar como un documento único y pionero tanto a nivel nacional como internacional en lo que tiene que ver con el patrimonio marítimo y con las posibilidades de protegerlo y conservarlo para que llegue a las próximas generaciones.


Este documento hace un análisis de la diversidad de bienes inmuebles, muebles y patrimonio inmaterial existente en la comunidad y recoge 100 medidas para aplicar antes del año 2030 que contribuirían a avanzar en su conocimiento, preservarlo y ponerlo en valor tanto en Galicia como en el exterior. 

La Xunta facilita el cambio de uso de bajo comercial a vivienda

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