¿Cómo adaptar la casa para vivir con niños y niñas?

¿Cómo adaptar la casa para vivir con niños y niñas?

La llegada de un bebé pone patas arriba la vida de una familia. Esto afecta a todos los niveles, y también a la casa. Porque, ¿cómo se pueden adaptar los espacios domésticos para facilitar la convivencia con niños y niñas? 

 

Uno de los métodos más extendidos para esta reconfiguración de los hogares está relacionado con el Método Montessori, una filosofía educativa que pone el foco en las necesidades de la infancia. Esta tendencia, aplicada a la casa, tiene como objetivo adaptar los espacios para que se ajusten a sus medidas, dándoles autonomía para explorar sin riesgo de accidentes.

 

Natalia Marín es educadora infantil y madre, experta en método Montessori. Explica así las principales claves para adaptar un hogar a las necesidades de niños y niñas: "Para ayudar al niño a desarrollarse a sí mismo, es necesario que le ofrezcamos un ambiente con unas características muy concretas: mobiliario proporcionado a su tamaño y fuerza, materiales y juguetes adaptados a su edad e intereses, orden y limpieza, belleza, elementos naturales y realistas, seguridad y libertad de exploración. Además, como adultos, debemos fomentar el seguimiento de rutinas, permitir y aceptar el error del niño como una forma de aprendizaje, configurar una serie de normas y límites, y ofrecer actividades que interesen y atraigan a nuestros hijos", explica Marín, que está preparando un libro específico sobre cómo preparar la casa siguiendo este método, que puede apoyarse a través de este crowfunding.

 



Se trata, en el fondo, de generar un buen ambiente para toda la familia. Algo que, según la experta, se consigue cumpliendo tres aspectos fundamentales: "Debe ser un lugar confortable, acogedor y cálido, donde el niño tenga ganas de estar y se sienta seguro para explorar; contar con muebles y materiales en miniatura y realistas, lo que le permite alcanzar su autonomía; y, lo más importante, la capacidad del adulto que le acompaña de ponerse las manos atrás y dejar al niño hacer por sí mismo, sin intervenir, ni siquiera cuando el niño 'se equivoque'”, detalla Marín.

Esta nueva tendencia en decoración, que da como resultado espacios minimalistas, seguros y generalmente en tonos naturales –blancos, beige, madera–, convierte las casas en espacios seguros para toda la familia, sin la necesidad de estar preocupándonos a todas horas por que los niños y niñas no rompan adornos, no se cuelguen donde no deban o abran cajones con elementos peligrosos. Aporta, además, un plus de autonomía a los más pequeños, ya que adaptando los elementos a su medida se consigue, por ejemplo, que puedan subir y bajar solos de su cama o que puedan alcanzar su ropa para empezar a vestirse solos. 

 

 

¿Cómo adaptar la casa para vivir con niños y niñas?

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