El Festival do Mundo Celta más largo de la historia promete desbordar previsiones

El Festival do Mundo Celta más largo de la historia promete desbordar previsiones
La música volverá a sonar en Ortigueira | efe

La recuperación de la normalidad prepandemia era una noticia tan esperada que las ganas han superado incluso a las mejores expectativas. Sucedió durante la noche mágica de San Juan en muchos puntos de Galicia, pero sobre todo uno de los grandes beneficiados en este verano están siendo los festivales. “Había ganas de festival” es uno de los comentarios más extendidos tanto entre quienes vuelven rendidos de las experiencias de dos, tres o cuatro días como entre los propios organizadores. Y hablar de festival en Galicia es hacerlo de Ortigueira y su Festival do Mundo Celta. 


Al igual que sus parientes lejanos y más jóvenes de otras disciplinas, no existe rastro alguno desde 2019, una fiesta demasiado larga para aquellos que durante años marcaban la peregrinación a Morouzos como cita del año. De todo ello se ha aprovechado la organización, tal y como señaló recientemente el alcalde Juan Penabad. En un comunicado, habló de “características especiales de la edición”. Y tanto, ya que será el de mayor duración de la historia: empezará mañana y acabará el domingo siguiente. Algo nunca visto desde el nacimiento en 1978. 


Todo en Ortigueira está pensado en clave grande y a lo grande de cara a los próximos siete días. La intención, superado el récord de duración, es también dejar en anécdota los 80.000 visitantes que se dieron cita en la edición de 2019. En materia de tráfico, se ha cerrado el perímetro más inmediato al casco urbano desde la medianoche, desde el pasado jueves. Como resultado, solo podrán entrar vehículos de seguridad y emergencias y habrá pases especiales para residentes, familiares de primer y segundo grado, repartidores, trabajadores de correspondencia o turistas alojados en la zona. 


Lo que es el epicentro y la razón de la gran celebración de Ortigueira, la música celta, también se impregna de esa celebración gallega, nacional e internacional que tanta proyección le ha dado a través de los años. A las 19.00 horas de mañana, se llevará a cabo el izado de las banderas correspondientes a las naciones celtas: Irlanda, Bretaña, Escocia, Gales, Isla de Man, Galicia y Cornualles. El primer plato fuerte lo pondrán Tanxugueiras, a partir de las 22.15 horas, mientras que en el mismo escenario harán el previo Fransy, Davide e Cibrán. El resto de días alternarán tardes de pasacalles y actividades culturales de diversa índole con el encendido de la mecha musical, siempre a las 21.00 horas, en el escenario Estrella Galicia. Os da Porfía y Fiandola tomarán el mando el lunes, mientras que el martes la ración será triple con los finalistas del concurso Runas: Folk on Crest, Batea y JDC. 


El panorama internacional centrará la atención en la segunda parte del festival. La banda de gaitas escocesa Johnstone Pipe Band, creada en 1943 y premiada en multitud de certámenes europeos, protagonizará la jornada del 15 de julio, en la que ofrecerá un concierto con su plantilla formada por músicos jóvenes y veteranos, instruidos desde pequeños en la disciplina de esta formación. El día siguiente, el sábado 16 de julio, Fred Morrison tocará en la iglesia de Santa Marta de Ortigueira para mostrar su experiencia y dominio con la gaita escocesa.


Ese mismo día, la bretona Bagad de Vannes Melinerion ofrecerá su repertorio de piezas tradicionales de esta región celta de Francia, mezcladas con composiciones propias, todo ello al ritmo de la percusión y al son de bombardas y cornamusas.
Los primeros campistas, aficionados y curiosos llevan días dejándose ver por una población que podría alcanzar o superar los 100.000 visitantes de todos los rincones del planeta, para así recuperar una sonrisa borrada durante tres años. 

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