Lo peor parece que ya pasó en la tarde y la noche del martes, pero Ponteceso continúan este miércoles en alerta ante la posibilidad de que el incendio de Corme Aldea se pueda reavivar. Aunque el fuego "tiende a la estabilización" y no hay llama constantemente activa, a excepción de algunos focos, el pronóstico meteorológico para las próximas horas y días no invita al optimismo.
A lo largo de este miércoles, las parroquias de Corme Aldea y Brantuas viven un constante trasiego de vehículos de emergencias, fuerzas del orden e, incluso, de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que mantiene desplegados unos 120 efectivos en la zona, también en Camariñas.
Con luces y sirenas encendidas, coches y camiones de estas unidades recorren de arriba a abajo las carreteras que hay entre el núcleo urbano de Ponteceso y el límite de Corme Porto en búsqueda de columnas de humo que indiquen la presencia de conatos que reviven, muchos de ellos cercanos a viviendas. Por esto mismo la Xunta, que ya apunta a una posible intencionalidad, todavía mantiene la situación 2.
Desde la tarde del martes, en torno a una veintena de vecinos tuvieron que ser desalojados, aunque durante la noche y la madrugada todos ellos pudieron regresar a sus casas con la mejoría de la situación.
El incendio todavía activo, que se inició pasadas las 14.00 horas del martes en Corme Aldea, afecta a un perímetro de unas 60 hectáreas. Sin embargo, si se suman las zonas arrasadas en otras parroquias del término municipal desde el pasado fin de semana, el total podría rondar las 450 hectáreas.
Según los últimos datos de la Consellería do Medio Rural, actúan en la zona dos aviones --durante buena parte del martes no pudo haber medios aéreos por condiciones meteorológicas-- y 11 motobombas, entre otros. También hay medios estatales aparte de la UME, como dos hidroaviones del Ministerio para la Transición Ecológica.
Todo el operativo se coordina desde un puesto de mando instalado en un aparcamiento cercano al centro de Ponteceso. Desde allí, Bieito Rodríguez, agente de la Unidade de Directores de Extinción da Xunta (UDEX), asegura que el fuego que aún está activo "tiende a la estabilización". No obstante, es un optimismo contenido. El agente de la UDEX explica que existen "puntos calientes" y que el incendio todavía se considera activo porque hay "muchos peligros de reproducción" debido al calor y al fuerte viento propio del litoral de la comarca de Bergantiños.
"Las condiciones climáticas no están ayudando y las previsiones tampoco son buenas. Aquí, el principal enemigo en esta localidad es el viento, que reaviva constantemente las zonas de peligro", detalla Rodríguez. "Por lo tanto, tenemos que seguir trabajando bastantes horas sobre el perímetro, pero la tendencia es que se establezca. No tenemos llama activa, estamos teniendo alguna que otra reproducción que se está atajando con los medios que están desplegando por el perímetro", continúa.
Desde el interior de una furgoneta instalada en el punto de mando, la UDEX maneja cámaras --una de ellas instalada en un helicóptero contraincendios-- y mapas con los que supervisa el área afectada, al tiempo que se comunica con los efectivos. Bieito Rodríguez confirma, tal y como ya deslizaba la Xunta desde el martes, que "todo apunta" a una intencionalidad del fuego, si bien apela a que las investigaciones que llevan tanto las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado como la Unidade de Investigación de Incendios Forestais (UIFO) "sigan su curso".
Uno de los pontecesanos que apenas descansaron anoche es el alcalde, José Manuel Mato, celebra que el incendio tiende "hacia la estabilización". Mato confirma que "toda la zona de costa" de Corme Aldea --no incluye el centro urbano de Corme-- tuvo que ser desalojado. Se trata de un área "de poca vivienda, pero sobre todo es gente mayor" que fue reubicada en el pabellón, aunque con el paso de las horas pudieron volver a sus casas.
El regidor no se pronuncia sobre la posible intencionalidad del incendio, porque "hay que dejar que los técnicos trabajen" y se queda "con la parte positiva" de lo ocurrido: desde la intervención de la UME hasta la implicación de los medios de la Xunta y la "colaboración ciudadana". Y es que, recuperando unas palabras pronunciadas por el jefe del operativo, Mato asegura que "sin los ganaderos" que se implicaron en la lucha contra las llamas "no habrían sido capaces de salir del apuro".
En la aldea de Guxín, un foco que resurgió ayer poco antes del mediodía y puso en alerta a una vivienda unifamiliar situada en uno de los márgenes de la carretera. A los pocos minutos de avisar, aparecen en el lugar agentes medioambientales, bomberos y un camión de la UME, aunque este último continúa su marcha al ver que la situación está controlada. Uno de los moradores de la casa que da el aviso reconoce que no tiene "queja" por los tiempos de intervención. Una vez atajada la situación, en apenas 15 minutos, este hombre de avanzada edad --que no dudó en coger una manguera para proteger su finca-- resopla resignado: "A ver lo que nos dura".
Poco más adelante, en Corme Aldea, a escasos minutos de la tranquilidad que se respira --aunque entremezclada con olor a quemado-- en Corme Porto, reaparece otro foco que también obliga a movilizar a bomberos forestales y agentes de la UME.
También se desplaza hasta allí la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, que supervisa las labores, intercambia impresiones con el alcalde de Ponteceso y charla con algunos vecinos mientras los equipos de extinción tratan de apagar las llamas. Rivas confirma que la situación de este miércoles es "muy diferente" a la vivida el martes por la noche, ya que las tareas se centran en "enfriamiento y control", para que no vuelva el fuego activo. Eso no quita, advierte, que haya que estar "totalmente alerta".
Rivas reivindica el despliegue de la UME llegada desde León --con más de 120 militares que colaboran tanto en Ponteceso como en Camariñas-- a partir del momento en el que la Xunta activó el nivel 2 y trasladó los "momentos de dificultad" que se vivían en las localidades bergantiñanas. Además, la subdelegada del Gobierno destaca la "profesionalidad" que caracteriza a este cuerpo y su capacidad para trasladar "tranquilidad", con su mera presencia, a los vecinos.