La Xunta desactiva el nivel de alerta 2 en los incendios de Corme Aldea y Xaviña de Camariñas

La Xunta desactiva el nivel de alerta 2 en los incendios de Corme Aldea y Xaviña de Camariñas
Tres brigadistas realizando labores de enfriamiento en los montes de Corme Aldea / Mar Casal

Los incendios que el pasado martes obligaban a desalojar Corme Aldea (Ponteceso) y ponían también en peligro viviendas de Xaviña (Camariñas) avanzaban este miércoles hacia la estabilización. 

 

Los vecinos de Corme regresaban a sus casas unas horas después, a partir de la medianoche del martes al miércoles. 

 

El riesgo para las viviendas parece haber pasado, como evidencia el hecho de que Medio Rural decidiese desactivar a última hora de la tarde de ayer la situación 2 de alerta en ambas localidades, arrasando en total 110 hectáreas. 


A las labores de extinción se sumaron en la madrugada del miércoles alrededor de un centenar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) llegados desde León y que han establecido su campamento en el pabellón municipal de Vimianzo con el fin de poder atender a los dos municipios y a otros de la zona a los que pueda extenderse la ola incendiaria.


Aunque la Consellería de Medio Rural también da por controlado desde las 19.13 horas del miércoles el incendio que se inició a últimas horas de la tarde del lunes en Brantuas y que acabó arrasando 200 hectáreas, en el mismo municipio pontecesano ayer se declararon tres nuevos focos. 

 

El primero surgió por la mañana en la citada zona de Brantuas y los otros dos por la tarde en Balarés y A Ermida, con un intervalo de apenas media hora entre uno y otro. 

 

Esta circunstancia refuerza las tesis que apuntan a que, en la gran mayoría de los casos, se trata de fuegos intencionados, tal y como aseguraron en sus visitas a la zona la conselleira de Medio Rural, María José Gómez, o la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas. 


Esta teoría también gana peso en las redes sociales, en donde muchos aseguran haber visto dos motos de montaña corriendo por entornos que poco después empezaron a arder. La rápida actuación de los servicios de extinción logró evitar en los tres casos que las llamas fuesen a más. 


Por lo demás, los trabajos de bomberos y brigadistas en Ponteceso se centraron el miércoles sobre todo en realizar labores de enfriamiento. 

 

A diferencia de lo ocurrido el día anterior, esta vez al mejorar las condiciones meteorológicas, sí se pudo contar también con medios aéreos, incluidos dos hidroaviones del Ministerio para la Transición Ecológica.


Al respecto, representantes de la Consellería de Medio Rural destacaron el gran trabajo realizado por los medios de tierra en la jornada del martes, cuando al fuego amenazó muy de cerca a las viviendas de Corme Aldea, poniendo en valor que es la primera vez que se logra controlar un incendio de nivel 2 sin la colaboración de equipos aéreos.

 

Optimismo contenido


Todo el operativo se coordina desde un puesto de mando instalado en un aparcamiento cercano al centro de Ponteceso. 

 

Desde allí, Bieito Rodríguez, agente de la Unidade de Directores de Extinción da Xunta (UDEX), asegura que el fuego que aún está activo “tiende a la estabilización”. 

 

No obstante, es un optimismo contenido. El agente de la UDEX explica ayer por la mañana sobre el terreno que todavía existen “puntos calientes” y que el incendio de Corme Aldea a esas horas todavía se consideraba activo porque hay “muchos peligros de reproducción” debido al calor y al fuerte viento propio del litoral de la comarca de Bergantiños. 

 

“Las condiciones meteorológicas no están ayudando y las previsiones tampoco son buenas. Aquí, el principal enemigo en esta localidad es el viento, que reaviva constantemente las zonas de peligro”, detalla Rodríguez.


“Por lo tanto, tenemos que seguir trabajando bastantes horas sobre el perímetro, pero la tendencia es que se estabilice. No tenemos llama activa, estamos teniendo alguna que otra reproducción que se está atajando con los medios que están desplegando por el perímetro”, continúa.


Desde el interior de una furgoneta instalada en el punto de mando, la UDEX maneja cámaras –una de ellas instalada en un helicóptero contraincendios– y mapas con los que supervisa el área afectada, al tiempo que se comunica con los efectivos. 

 

Bieito Rodríguez confirma que “todo apunta” a una intencionalidad del fuego, si bien apela a que las investigaciones que llevan tanto las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado como la Unidade de Investigación de Incendios Forestais (UIFO) “sigan su curso”.


Uno de los pontecesanos que durmió muy poco en los últimos días fue el alcalde, José Manuel Mato, quien celebra que el incendio tienda “hacia la estabilización”.

 

“Colaboración ciudadana”


Mato confirma que “toda la zona de costa” de Corme Aldea –no incluye el centro urbano de Corme– tuvo que ser desalojado. 

 

Se trata de un área “de poca vivienda, pero sobre todo es gente mayor” que fue reubicada en el polideportivo de Ponteceso, al que fueron derivados desde el pabellón de Corme tras comprobar que las llamas podían alcanzar dicha instalación, cosa que finalmente no ocurrió. 

 

Toda esa gente evacuada pudo volver a sus casas a partir de medianoche tras reabrirse  la carretera Ponteceso-Corme.


El regidor no se pronuncia sobre la posible intencionalidad del incendio, porque “hay que dejar que los técnicos trabajen” y se queda “con la parte positiva” de lo ocurrido: desde la intervención de la UME hasta la implicación de los medios de la Xunta y la “colaboración ciudadana”.


Y es que, recuperando unas palabras pronunciadas por el jefe del operativo, Mato asegura que “sin los ganaderos” que se implicaron en la lucha contra las llamas “no habrían sido capaces de salir del apuro”.
 

De la misma opinión es Rubén Cotelo, responsable del GES de Ponteceso. “Nos avisaron a las dos y algo de la tarde del martes y poco después el fuego ya había saltado al otro lado de la carretera, al tiempo que un amplio frente de fuego se dirigía a las casas de Corme Aldea”, explica. 

 

Cotelo asegura que en ese primer momento, hasta la llegada de los equipos de extinción, fue decisivo el trabajo de los vecinos que se echaron al monte con lo que tenían a mano para salvar sus casas.

Camariñas y Muxía


Alrededor de las cinco de la tarde del martes también se declaró un incendio en los montes de la parroquia camariñana de Xaviña que, al igual que en el caso de Ponteceso, puso en peligro a las viviendas del núcleo de Pedrouso. 

 

Este miércoles el fuego llevaba arrasadas alrededor de 50 hectáreas. Poco antes de las 20.00 horas Medio Rural desactivó la Situación de alerta 2. 

 

En la extinción trabajaron 3 técnicos, 13 agentes, 14 brigadas, 11 motobombas, 2 excavadoras y 4 helicópteros. 

 

Desde la Xunta también calificaron este incendio de “atentado” por entender que fue provocado. 


Muxía fue otro de los municipios afectados después de que pasadas las 10 de la noche del martes se declarase un incendio en las inmediaciones del Parador de Turismo de Lourido. 

 

Hasta el lugar se desplazaron varias brigadas forestales y una dotación de bomberos de Vigo que se encontraba ya en la zona de Camariñas colaborando en las labores de extinción en Xaviña. 

 

También acudieron los bomberos del parque provincial de Cee, Guardia Civil y Policía Local. 


Debido al fuerte viento existente en la zona, el incendio se propagó vorazmente ladera arriba. Los equipos de emergencias atacaron las llamas en dos frentes, logrando su extinción sobre la una de la madrugada.

 

“Llevamos un susto grande, el fuego quedó a dos metros de nuestra vivienda” 

 

El avance de las llamas en Corme Aldea y Guxín provocó un “susto grande” a los vecinos que tuvieron que dejar sus casas para instalarse en un lugar seguro. 

 

Uno de los afectados, Diego Pérez, explica a EFE que llegó a su casa sobre las 2 de la tarde del martes y “ya estaba ardiendo en Guxín”, por lo que los vecinos se coordinaron para ayudar antes de que llegasen las brigadas. 

 

“En el momento no te das cuenta por la adrenalina, pero ya cuando lo piensas ves que el susto fue grande. El fuego se quedó a dos metros de mi casa”, ha indicado, a la vez que ha explicado que “afortunadamente” su hija de 4 años y su bebé de 8 meses no estaban en casa.


A Antonio, también residente de Corme Aldea, lo evacuaron sobre las 6 de la tarde. Detalla que los servicios de emergencias les recomendaron “cerrar las puertas” e irse, por lo que optaron por instalarse en un piso que tienen en Corme. 


Otros prefirieron quedarse, como una vecina que colocó toallas mojadas en las puertas y esperó en su casa en lugar de irse al pabellón, que se acondicionó para los evacuados. 

 

Fue una jornada de ayuda y cooperación, pero también de miedo e incertidumbre

 

Durante la visita que este miércoles realizó a Ponteceso, el municipio de más afectado por la plaga de incendios forestales que asola estos días la Costa da Morte, la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, no dudó en afirmar que “quemar los montes no es un delito sino un ataque directo a la vida”.


Rivas destacó que el Gobierno central pone “todos los recursos a disposición de Galicia para combatir estos incendios”, tareas a las que se ha sumado la Unidad Militar de Emergencias (UME). 

 

Sobre la intencionalidad de estos fuegos, la subdelegada ha indicado que se está investigado para llegar “a las últimas consecuencias”. “La destrucción de los montes no es solo una cuestión ambiental sino una pérdida social, económica y una pérdida emocional de primer nivel”, ha expuesto.


Sobre el particular añadió: “Quemar los montes no es un delito sino un ataque directo a la vida, al territorio y, sobre todo, a la seguridad de las personas”. 


La subdelegada finalizó diciendo que la UME y los medios aéreos y terrestres del Gobierno central trabajan “sin descanso” en estos incendios.

 

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