La plaza del Concello de Carballo será testigo, esta misma tarde, de un acontecimiento musical inédito: la primera actuación en la localidad de Son de Camagüey, una banda cubana afincada en Galicia que se ha convertido en referencia de la “timba” en España.

El director y timbalero del grupo, Tony, ha compartido con entusiasmo los detalles de este esperado debut: “Es la primera vez que tocamos en Carballo, y estamos deseando saber cómo va a recibirnos el público con esta música. Queremos dar las gracias al Ayuntamiento, y especialmente a la concejala de Cultura, por animarnos a traer nuestra propuesta. Tenemos una ilusión tremenda, y esperamos que el público disfrute tanto como nosotros lo haremos en el escenario”.
 

Casualmente, su concierto coincide con los Carnavales de Camagüey, ciudad de origen del grupo. Para Tony, esta coincidencia tiene un significado especial: “En Camagüey también se celebra San Juan, y coincide con nuestros carnavales. En esta época, todas las orquestas cubanas tocan para el pueblo. Para nosotros, actuar en Camagüey siempre será un honor enorme. Que justo estemos tocando en Carballo en estas fechas tiene un gran valor simbólico”.
 

Desde su fundación, Son de Camagüey ha recorrido un largo camino. Lo que empezó como un quinteto es hoy una formación de 13 músicos, consolidada en la escena gallega. Su apuesta es clara, buscan mostrar al público la cara menos conocida de la música cubana. “Traemos la música cubana más actual, desde los años 90, hasta hoy. En España se conoce más la música tradicional, la de los grandes como Compay Segundo o
Matamoros, que por supuesto respetamos muchísimo. Pero en Cuba han surgido nuevos compositores, nuevos sonidos, que aquí no han llegado. Y eso es lo que queremos compartir, una mezcla nueva, con una sonoridad distinta a la habitual”.

Tony subraya que su propuesta musical busca tender puentes entre culturas: “Lo que intentamos es trasladar al público español lo que está pasando en Cuba, musicalmente hablando. Este género, que se llama ‘timba’, fusiona la rumba afrocubana con el son tradicional. Nosotros lo mezclamos con nuestras propias canciones, con letras que conectan con el público de aquí”.
 

El proceso de adaptación ha sido parte fundamental del crecimiento del grupo: “Hemos cambiado incluso nuestra forma de hablar en escena. En Cuba hablamos muy rápido, a veces comiéndonos palabras o frases. Pero aquí nos dimos cuenta de que necesitábamos comunicar diferente. En este sentido, el modo de componer, de crear coros o de dirigirnos al público, lo hemos aprendido sobre la marcha. Galicia nos ha enseñado mucho, y por eso también sentimos que somos un pedacito de Cuba, pero también de Galicia”.
 

El camino no ha estado exento de dificultades. “Si tuviera que echar algo a la hoguera por San Xoán”, dice Tony entre risas, “sería esa etapa inicial, cuando nadie creía en nuestra propuesta. Iba a las salas a presentar la idea y me decían: ‘Sí, claro, pero ¿tocáis Guantanamera?’. Y claro que la toco cuando hace falta, pero también tengo cosas que aquí nunca se han escuchado. Convencer a las salas de que eso también valía la pena fue durísimo. Por eso estar hoy aquí, con salas llenas y entradas agotadas, es un orgullo enorme”.
 

Una de esas salas clave en su trayectoria fue el Garufa Club de A Coruña: “Pepe, su dueño, nos dio la oportunidad de presentarle esta música al público gallego. Los primeros conciertos fueron para pocas personas, pero en el tercero ya se quedó gente fuera. Hoy, cuando tocamos, hay que reservar con antelación porque se llena. Es muy bonito ver esa evolución”.
 

El crecimiento ha sido constante. En las últimas semanas, han llenado tres conciertos consecutivos, en el Museo de Bellas Artes de A Coruña, en Garufa y en la Tita Rivera de O Portiño, con un éxito que ha superado todas las expectativas: “El Museo nunca había programado un formato como el nuestro, y lo llenamos. Hay gente que se quedó fuera, algo que nunca imaginamos. Que la Xunta nos haya contratado y el Museo haya
contado con nosotros para estar ahí ha sido increíble”.

Y lo más llamativo es que todavía no han grabado su primer disco. “Lo vamos a hacer en octubre, si Dios quiere. Y lo más emocionante es que el público ya canta nuestras canciones. Cuando decimos desde el escenario ‘Con Son de Camagüey’, y el público lo repite... es impresionante. Ver la cara de felicidad de los músicos y del público es lo mejor que nos puede pasar”.
 

De cara al concierto en Carballo, Tony tiene claro su deseo: “Solo queremos que el público nos escuche con el corazón abierto. Que disfrute de este pedacito de Cuba que traemos con toda la ilusión del mundo. Ojalá nos reciban con el cariño que hemos encontrado en otras partes de Galicia, y que nuestra familia de seguidores siga creciendo”.