La Xunta activó la prealerta por escasez moderada de agua en la cuenca del río Grande, que afecta a seis municipios de la comarca: Camariñas, Muxía, Laxe, Vimianzo, Zas y Cabana. La medida, adoptada este jueves por la Oficina Técnica da Seca tras analizar los datos hidrológicos y meteorológicos de las últimas semanas, busca anticiparse a posibles episodios de sequía ante el acusado descenso del caudal circulante registrado desde mediados de julio.
Según explicó Augas de Galicia, el caudal del río Grande ha disminuido de forma significativa debido a la ausencia de precipitaciones y a las elevadas temperaturas, lo que ha incrementado notablemente la evaporación. A esto se suma el aumento estacional de la población en algunos de los municipios costeros, lo que conlleva una presión añadida sobre los recursos hídricos disponibles. En este contexto, la Xunta ha notificado oficialmente a los seis concellos afectados la declaración de prealerta y ha recomendado la adopción inmediata de medidas de ahorro y uso responsable del agua.
Esta fase de prealerta no implica aún restricciones obligatorias, pero sí una intensificación del seguimiento del estado de los ríos y sistemas de abastecimiento. Augas de Galicia incrementará la vigilancia sobre los caudales, y se prevén acciones de concienciación dirigidas a la población, con el objetivo de promover el ahorro y prevenir un agravamiento de la situación.
A nivel municipal, se insta a los ayuntamientos a reducir el uso del agua en actividades no esenciales, como el riego de jardines, el baldeo de calles o el uso de duchas públicas en playas, así como a colaborar en la difusión de mensajes de sensibilización. Asimismo, se les ha pedido que comuniquen cualquier incidencia y que anticipen decisiones ante un posible empeoramiento de la situación.
La medida forma parte de un plan especial de seguimiento y prevención que afecta también a otras zonas de Galicia, como la cuenca del río Lérez en Pontevedra y el subsistema de Baiona, donde se aplicarán medidas equivalentes sin llegar a declarar oficialmente la prealerta. En conjunto, el Gobierno gallego busca anticiparse ante un posible episodio de escasez de agua más grave y fomentar una gestión más responsable del recurso, tanto entre las administraciones como entre la ciudadanía.
A pesar de la activación de estas prealertas, el conjunto de la demarcación Galicia-Costa se mantiene, por el momento, en una situación general de normalidad, con una ocupación media de los embalses de abastecimiento del 84,32%. Este valor, aunque un 7,19% inferior al del mismo periodo del año pasado, se sitúa todavía cerca de la media de la última década.
La Xunta reitera que esta situación no debe generar alarma, pero sí un cambio de hábitos en el uso del agua, especialmente en las zonas declaradas en prealerta por sequía. l