Cuando parecía que el episodio de virulentos incendios forestales que está viviendo la Costa da Morte desde que empezó el mes de agosto estaba próximo a quedar atrás, la jornada sabatina volvió a dejar claro que va a ser difícil que pueda bajarse la guardia en lo que resta de verano.
El hecho de que el viento del nordeste volviese a ganar fuerza unido a la supuesta acción de los pirómanos, parecen estar detrás de los nuevos focos incendiarios registrados en los municipios de Laxe y Ponteceso.
En ambos casos, hubo varias viviendas que corrieron serio peligro y solo la rápida intervención de los equipos de extinción impidió que las llamas se llevaran por delante alguno de esos inmuebles.
En Laxe el fuego comenzó alrededor del mediodía en los montes del núcleo de Boaño, perteneciente a la parroquia de Traba.
La rápida actuación de las brigadas fue fundamental para controlarlo a tiempo, ya que consiguieron atajar las llamas cuando se acercaban peligrosamente a algunas de las viviendas.
En las labores de extinción trabajaron un agente, dos brigadas, tres motobombas y un helicóptero.
Todo apunta a un incendio provocado.
Alrededor de las 4.30 de la tarde también se declaró otro incendio en las inmediaciones de la carretera que conduce a la playa pontecesana de Niñóns, muy cerca del propio arenal.
El fuerte viento, unido a la gran masa de combustible existente en esa zona de arbolado obligaron a los equipos de extinción a emplearse a fondo para evitar que el fuego llegase a una casa que hay situada muy cerca de la playa, junto a un bosque de pinos y eucaliptos.
Afortunadamente, también en este caso hubo suerte aunque las llamas quedaron a muy pocos metros de la vivienda.
El incendio obligó a cortar la carretera que conduce a la playa y a desalojar a los bañistas que en ese momento estaban disfrutando del enclave.
El fuego comenzó en el monte próximo al arenal y, apoyado en el fuerte viento que soplaba en ese momento, fue desplazándose ladera arriba.
En su extinción participaron un agente forestal, cuatro brigadas, dos motobombas y dos helicópteros, además del GES de Ponteceso.
Por otra parte, Medio Rural sigue sin dar por extinguidos los incendios de Corme Aldea y Brantuas, aunque ambos están controlados.
Sí quedó apagado pasadas las 6 de la tarde de este sábdo el de la parroquia camariñana de Xaviña, que se inició sobre as 17 horas del pasado martes y acabó arrasando 52 hectáreas, además de obligar a mantener activada hasta las 20 horas del miércoles la Situación de alerta 2.