Las arduas investigaciones realizadas en los últimos cinco meses por el Grupo de Delitos contra las Personas de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Comandancia de A Coruña culminaron el pasado miércoles con la detención de dos hombres que, presuntamente, están relacionadas con la muerte a tiros de un ciudadano dominicano ocurrida el 4 de diciembre del año pasado en un bar de Carballo.
Los detenidos son dos ciudadanos dominicanos de 33 y 29 años, que fueron arrestados el miércoles de manera simultánea en Madrid y Barcelona, en un operativo denominado 'Regidom'. Los dos fueron trasladados a primeras horas de la mañana de este viernes desde los calabozos de Lonzas (A Coruña) hasta Carballo, en donde fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, que acabaría decretando el ingreso en prisión de ambos.
La hipótesis principal que se barajó desde un principio fue la de un ajuste de cuentas. El asesinato tuvo lugar alrededor de las 20:00 horas, cuando dos individuos con el rostro cubierto irrumpieron en el bar Castro de Carballo y, según relata la Guardia Civil, con una sorprendente frialdad y pericia en el manejo de armas de fuego, dispararon repetidamente contra Alvarado, quien se encontraba en la barra y falleció en el acto a causa de las múltiples heridas.
El suceso causó una gran alarma en la comarca, ya que se produjo en una localidad tranquila en la que sorprendió la “inusitada brutalidad del ataque”, según destaca la propia Guardia Civil. Finalmente, tras seis meses de investigaciones, los presuntos autores del crimen han sido detenidos en el marco de la Operación REGIDOM de la Guardia Civil, con el apoyo de efectivos de los Mossos d’Esquadra, tutelada desde su inicio por el Juzgado de Instrucción nº2 de Carballo y la Fiscalía Provincial.
Dada la complejidad del caso y la sospecha inicial de que los autores no residían en la zona, se solicitó la colaboración de la Unidad Central Operativa (UCO), unidad especializada en la investigación de los delitos más graves y complejos a nivel nacional.
Las primeras pesquisas en la escena del crimen revelaron indicios de una planificación meticulosa por parte de los agresores, que actuaron con determinación y se dieron a la fuga con la misma rapidez, por lo que la hipótesis principal que se barajó desde un principio fue la de un ajuste de cuentas. Durante la investigación, los guardias civiles realizaron análisis forenses exhaustivos, toma de declaraciones a testigos, seguimientos discretos y el análisis de múltiples fuentes de información que, junto con las medidas judiciales, llevaron a la identificación de los ahora detenidos.
Tras conseguir las pruebas incriminatorias, se diseñó un operativo simultáneo para la detención de ambos sospechosos en sus respectivos lugares de residencia, uno en Barcelona y el otro en Madrid. En Barcelona, la Guardia Civil de Cataluña y los Mossos d’Esquadra llevaron a cabo la detención del primer implicado sin incidentes. Pero la detención del segundo sospechoso en Madrid requirió una planificación más exhaustiva, debido a su presunta peligrosidad y la sospecha de que pudiese portar armas.
Fue la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil, especializada en intervenciones de alto riesgo, la que entró en el domicilio y, una vez detenido el sospecho, efectivos de la Guardia Civil de A Coruña y de la Unidad Central Operativa (UCO) procedieron al registro de la vivienda.
En el primer caso fue la culminación de un operativo en cuyo transcurso se realizaron varios registros domiciliarios, mientras que la segunda detención se llevaría a cabo justo cuando el supuesto delincuente salía de cumplir una pena de prisión preventiva.
Según pudo saber este medio, la operación policial, resultado de una complicadísima investigación, estaba inicialmente prevista para principios de esta misma semana, pero el apagón eléctrico que sufrió España el pasado lunes obligó a retrasarla durante unos días.
Esas indagaciones están bajo secreto judicial, pero todo apunta a que en breve podría haber alguna detención más relacionada con este caso que hace cinco meses conmocionó a la ciudadanía carballesa.
Todo parece indicar también que los detenidos son presuntos sicarios o asesinos a sueldo que comparten nacionalidad dominicana con José Luis Alvarado, alías ‘Chelo el regidor’, el hombre al que supuestamente dieron muerte descerrajándole cuatro disparos cuando trataba de refugiarse en el baño de un bar de Carballo que tenía alquilado.
Todo ocurrió muy rápido a primeras horas de la noche en el bar Castro de la calle Río Anllóns de la capital carballesa. Dos encapuchados vestidos de negros y tapándose la cabeza con capuchas entraron en el establecimiento, en el que en ese momento varios clientes, incluida una mujer y un niño, charlaban de manera animada.
Mientras una camarera atendía por detrás de la barra, ‘Chelo el regidor’ estaba sentado por fuera de la misma departiendo con un conocido.
Nada más ver entrar a los pistoleros por la puerta, la víctima se dio cuenta de que iban a por él y corrió hacia los baños para refugiarse, pero los sicarios blandiendo sendas pistolas fueron tras él y, sin darle tiempo a cerrar la puerta del urinario, le dispararon a quemarropa para luego salir del local y huir en los patinetes eléctricos que habían llegado, según declararon varios testigos.
Los detalles del crimen fueron grabados por las cámaras de vigilancia instaladas en el local de hostelería, imágenes que no tardaron en saltar a las redes sociales y en convertirse en virales, además de salir en las principales cadenas de televisión del país.
También supusieron un importante apoyo para los agentes del Instituto Armado al mando de la investigación. Desde el primer momento barajaron como principal hipótesis sobre las causas del crimen un ajuste de cuentas que podría estar relacionado con las drogas.
José Luis Alvarado, el hombre asesinado por dos pistoleros a principios del mes de diciembre de 2024 en Carballo, tenía 33 años y era natural de la República Dominicana.
Según informó nada más tener conocimiento de su muerte la prensa de su país, era el cabecilla de una banda criminal que se dedicaba al secuestro de empresarios para después exigir rescate por ellos.
Las mismas fuentes apuntaban además que estaba siendo investigado por el asesinato de un teniente de la Policía dominicana, lo que le obligaría a huir a Colombia, en donde acabaría siendo detenido en el transcurso de un operativo en el que participó la Interpol.
Una vez trasladado a su país para ser juzgado, logró escapar y acabó recalando en España en 2023.
El apodo de ‘El regidor’ por el que también era conocido, le venía del hecho de que en 2016 se presentó como candidato a la Alcaldía dominicana de Los Carrizos, aspiración de la que tuvo que desistir tras ser involucrado en la muerte del citado mando policial.
El bar Castro en el que fue asesinado pertenece a un matrimonio de Cuns-Coristanco que lo adquirió al regresar de Suiza y que después de años gestionándolo, optó por alquilarlo.
El local permanece cerrado desde el fatídico crimen aunque ahora su dueños han vuelto a ponerlo en el mercado decididos a pasar página y a olvidarse de la pesadilla vivida en estos meses.