Resignados conductores coruñeses, comienza la temporada de gastar el embrague. O lo que es lo mismo, vuelven las lluvias y la circulación por la ciudad se convierte en una especie de ‘Yenka’ arrítmica. Adelante, detrás, un, dos, tres. Ralentí, paciencia y una buena previsión. Calcular el doble del tiempo habitual para hacer un recorrido no es descabellado. Ánimo a todos.