Tantos años de practicar la paciencia al volante cada vez que queríamos entrar o salir de la ciudad en hora punta y resulta que teníamos la solución al alcance de nuestra mano: compartir coche. ¡Tachán! Nunca podremos agradecerle bastante a la DGT que nos haya sacado de las tinieblas con esta propuesta jamás imaginada.