Las carreteras de la comarca vivieron ayer una jornada negra en la que hubo que lamentar el fallecimiento de dos personas, una en un atropello en A Laracha y, la otra, en una colisión en Mazaricos. Como en un alto porcentaje de casos, todo apunta a una distracción o despiste. Es algo que a todos nos ha pasado, pero que debe hacernos recapacitar sobre la necesidad de ser más responsables a la hora de coger un volante.