O celebran ellos o no celebra nadie

Más allá de las honrosas excepciones, el fútbol sigue siendo un deporte de hombres. En las cabezas de los señores que controlan las competiciones y los clubes, al menos. Y por más campañas de marketing que se saquen de la manga para intentar convencernos de que les interesa la sección femenina la mitad de lo que les interesa la masculina –todos sabemos que es lo máximo a lo que se puede aspirar– luego suceden cosas como que el Ajax rechaza celebrar el título de liga conseguido por sus jugadoras porque sus chicos están en un momento deportivo espantoso. Claro que sí, eso es apoyo incondicional. Dicen los que mandan en el club que, en realidad, la medida quiere proteger a las pobres muchachas, que llegarían con toda la ilusión a la fiesta de celebración y puede que se encontrasen con un público más bien escaso, por aquello de que la afición está desanimada debido a los malos resultados de sus masculinos ídolos. Ya...