Desde su fundación en 2018, Zero Housing ha tenido una misión clara: transformar el sector de la construcción modular e industrializada en España. Respaldada por más de dos décadas de experiencia de su equipo en el sector, la empresa ha consolidado una propuesta innovadora basada en la eficiencia, la sostenibilidad y el diseño inteligente.
“Nacimos con la idea de hacer las cosas de otra manera. Queríamos aplicar todo lo que sabíamos sobre construcción industrializada y adaptarlo a un modelo más eficiente, sostenible y accesible”, explica Diego Freire, CEO de Zero Housing.
Aunque en sus primeros años se centraron en proyectos totalmente personalizados, a finales de 2023 la compañía dio un paso estratégico: ofrecer una gama de modelos estándar. Hoy cuentan con tres viviendas principales de 73, 103 y 123 m², y un cuarto modelo en desarrollo. “Es mucho más eficiente y económico trabajar sobre modelos predefinidos. Puedes mejorarlos continuamente, reducir los plazos y generar una economía de escala que beneficia directamente al cliente”, afirma Freire.
Cada vivienda ofrece entre dos y tres dormitorios, y destaca por su diseño funcional y aprovechamiento máximo del espacio. “No hay metros perdidos. Cada rincón está pensado para ser útil y luminoso”, señala.
Zero Housing ofrece un servicio llave en mano. Desde el estudio del terreno hasta la entrega de llaves, se encargan de todo: proyecto técnico, tramitación de licencias, construcción y montaje. “Lo que hacemos es quitarle al cliente todos los dolores de cabeza que suelen venir con una obra. Nosotros nos ocupamos de todo, incluso del estudio geotécnico y topográfico para adaptar el diseño al terreno”, dice Freire.
Además, trabajan con precios cerrados, evitando sorpresas durante el proceso. “Obviamente, hay partidas que dependen de la parcela, como el transporte o una cimentación especial si lo exige el suelo. Pero en general, todo está muy bien definido desde el principio”, aclara.
Uno de los pilares de Zero Housing es la sostenibilidad. Las casas se fabrican en seco, con estructura de acero y paneles de alta eficiencia energética. Todo se ensambla en entorno controlado, sin agua ni residuos de obra. “Al fabricar en seco y con componentes certificados, reducimos el impacto ambiental desde el principio. Nuestras viviendas consumen hasta un 65% menos agua y un 35% menos energía a lo largo de su vida útil, en comparación con la construcción tradicional”, destaca el CEO.
Gracias a su diseño y materiales, sus casas alcanzan clasificaciones energéticas A o B, según la ubicación. Además, están completamente adaptadas al Código Técnico de la Edificación (CTE) y a la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE).
Las viviendas de Zero Housing se construyen en Galicia, pero están diseñadas para llegar a cualquier punto de la península. “Fabricar aquí nos permite tener un mayor control de calidad y aportar valor a nuestro entorno. Pero también tenemos la capacidad logística de llevar nuestras casas a cualquier parte, desde Santiago hasta Girona”, comenta Freire.
Con una producción de tan solo un mes en fábrica -y un montaje posterior que varía según la parcela-, Zero Housing ofrece una alternativa moderna, sostenible y confiable a quienes buscan construir su hogar sin complicaciones.“Creamos viviendas para vivirlas con tranquilidad, desde el primer momento hasta el último día. Con eficiencia, transparencia y calidad”, concluye Freire.