El proyecto “O Couto Florido” que promueven las fundaciones Juana de Vega y Eduardo Pondal en esta aldea de Ponteceso continuó este jueves con su segunda jornada, en la que los voluntarios se implicaron en embellecer el paisaje de la aldea y en la mejora de su biodiversidad.
Ayer se presentaron las conclusiones del encuentro “Sementes” celebrado el 29 de marzo para trasladar a los participantes cómo las 89 ideas documentadas se están convirtiendo en actuaciones concretas. Una de las principales conclusiones de la experiencia abierta en la participaron más de cincuenta personas fue el gran interés por la naturalización, el cuidado del espacio público y la puesta en valor del patrimonio local mediante intervenciones sensibles e sostenibles.
Las actividades prácticas de este jueves comenzaron con un obradoiro de kokedamas, una técnica japonesa para elaborar tiestos vivos con criterios ecológicos que después se colgarán en uno de los espacios cubiertos de la Praza do Quinteiro. Después los voluntarios plantaron 15 especies florales ornamentales, aromáticas o silvestres, de interés para los polinizadores. Entre la selección hay semillas de girasoles, nébeda, menta poleo o miel de cuco, como le llaman a la madreselva en O Couto, una planta que estaba en vías de desaparición y que ahora se va a recuperar. Todas las flores llevarán carteles con sus nombres para que sea fácil identificarlas.
Se distribuyeron 35 tiestos de barro de Buño para adornar el exterior de las viviendas y siete jardineras que engalanan las vías de la aldea, que mañana llegará a su día grande con la celebración de las Letras Galegas, con diversos artistas y disciplinas.
La tercera jornada de “Couto Florido” será a finales de verano, con el encuentro “Colleita”, coincidiendo también con la programación del Festiletras del mes de septiembre en su 43 edición