Proteger los secaderos de congrio de Muxía, monumentos de la cultura del mar

Proteger los secaderos de congrio de Muxía, monumentos de la cultura del mar
Multitud de ejemplares de congrio se secan al sol en una de las últimas cabrias, un entramado de largueros de madera, que quedan en Europa/EFE/Cabalar

El alcalde de Muxía, Iago Toba, ha exigido a las administraciones que se "pongan a trabajar" con el objetivo de diseñar "alternativas de mantenimiento" para los secaderos tradicionales de congrios de esta localidad, considerados unos "monumentos" de la cultura del mar por su artesanía y excepcional estampa de la Costa da Morte.


Toba ha enviado un largo comunicado a primera hora de esta tarde en el que apela a la sensibilidad de la Xunta tras la clausura hace una semana de un secadero regentado por un hombre de 92 años, Juan Diz, al que ha dedicado su vida y donde trabaja tan solo con un cuchillo con el que hace unos agujeros contrapeados en la carne del pescado que ensarta en unas cabrias para que se seque a merced del viento. Nada más.


"Hay que entender desde Sanidad con qué estamos tratando. No hablamos de unas prácticas mal hechas, hablamos de un secado al aire que tiene que ser así porque es la forma tradicional de curar el pescado, una técnica como fue el ahumado y el salado cuando no teníamos congeladores. Y como algo especial debe tratarse. Como patrimonio material e inmaterial. Y las cabrias deben permanecer en pie porque son unos prodigios de arquitectura rural, construidos en las propias piedras, en terreno de todos", sostiene el alcalde.


Esta excepcionalidad de los secaderos de congrio que ya existían en la Edad Media deben ser un "bien cultural y etnográfico", además de un medio de vida que "da de comer a la gente" y "que forma parte de nuestro ADN, de nuestra identidad y que no vamos a dejar que muera", advierte.


"No vamos a quedar quietos ante este destrozo", avisa Toba, pues estos secaderos son "un emblema de nuestra cultura y tradición, patrimonio de Muxía que debemos de cuidar y proteger".


El propio Diz asegura a Efe que "no hay derecho a prohibir trabajar en una cosa tan única como esta" y añade que "nunca tuvimos una reclamación, después de tantos años, es artesanía pura y dura".


Por eso el alcalde apela a la Xunta ante el "golpe definitivo" de Sanidad a estos secaderos al inmovilizar el de Diz y que podría suponer "el desmantelamiento de la forma de vida de la costa", pues con este nonagenario trabaja su nieto.


"¿Puede pedírsele a un artesano que tire toda la producción que hizo con las propias manos, con muchas horas de esfuerzo y con gran sabiduría? ¿En qué argumentos lógicos se apoya tal exigencia?", se pregunta el alcalde.


Fuentes de Sanidad explican a Efe que el secado al aire de diferentes alimentos no se puede incluir en el listado de excepciones de alimentos con características tradicionales permitidas en la reglamentación comunitaria de higiene y seguridad alimentaria. Es necesaria una norma nacional para poder realizar esa práctica.


Esas normas no solo afectan a los oficios tradicionales y basadas en "una total insensibilidad y desconocimiento de lo que es nuestra vida", afea Toba, incluso dice que distan de ser "inteligentes" porque atañen al turismo como propuesta e futuro.


Así, insiste, para ofrecer un turismo de calidad "habrá que tener algo más que terraza y playa".

Los secaderos de congrio de Muxía atraen de hecho, según el Ayuntamiento, un número "inmenso" de llamadas preguntando por ellos, y las actividades y visitas guiadas siempre han sido un éxito.


"Como alcalde me siento indignado por este atentado no sólo a unas familias que viven de esta industria, sino también a un oficio que forma parte de nuestra historia y de nuestra identidad", concluye Toba y apostilla: "Los secaderos de congrio de Muxía son un orgullo para nosotros".

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