Intensa semana la vivida en los astilleros Fibramar de Laxe, propiedad de los hermanos Javier y Daniel Carracedo, con la botadura de tres bateeiros, todos ellos auxiliares de la acuicultura, que tienen como destino el puerto de O Grove. Son los tres primeros bateeiros fabricados en el astillero laxense, cuya principal actividad es la náutica deportiva. 

El encargo les llegó a finales de 2020, en plena pandemia, y a pesar de los imprevistos como la situación sanitaria o los retrasos en la entrega de materiales, han cumplido perfectamente con los plazos de entrega, condicionados por la subvención concedida por la Xunta y el Fondo Europeo de Pesca a las tres embarcaciones. 

En quince meses se llevó a cabo la construcción del “Júpiter Tercero”, “O Felipe” e “Indemosa IV”. Este último es el barco más grande construido en el astillero laxense y figura entre los cuatro de mayor tamaño de Galicia en su categoría –la cuarta lista–, lo que lo convierte, a su vez, en el más grande del puerto grovense. Tiene unas dimensiones de 23 metros de eslora por 7 metros de manga. Los otros dos son gemelos y miden 20 metros de eslora por 6,40 de manga.

El martes se botó el “Júpiter Tercero”; el miércoles, “O Felipe”; y este jueves el “Indemosa IV”. Los tres irán para el puerto de O Grove, pero para armadores diferentes. 

El dispositivo para trasladar las embarcaciones desde el astillero hasta el puerto de Laxe supuso un trabajo logístico que despertó gran expectación entre los vecinos y visitantes. Fue un trayecto lento y complicado, debido a las dimensiones del transporte. Hubo que despejar el recorrido para evitar la presencia de coches estacionados en la vía y salvar obstáculos como el tendido eléctrico o alguna señal. El transporte este jueves del “Indemosa IV” se llevó a cabo sin problemas, aunque tardó un poco más de tiempo que en los otros dos barcos.

Las tres embarcaciones están ya a flote en el puerto de Laxe, donde deberán permanecer entre veinte días y un mes para realizar las pruebas de mar y estabilidad y superar las inspecciones de la Capitanía Marítima de A Coruña. Después podrán navegar hasta su destino final, en el puerto de O Grove. Desde el astillero laxense manifestaron su satisfacción por el resultado.