Felipe González dice que no le “suena bien” el acuerdo con Bildu sobre memoria que afecta a los GAL

Felipe González dice que no le “suena bien” el acuerdo con Bildu sobre memoria que afecta a los GAL

El expresidente del Gobierno Felipe González aseguró ayer que no le “suena bien” el pacto del Gobierno con Bildu por el que la ley de memoria reconocerá a las víctimas de violaciones de Derechos Humanos hasta 1983.


Esto incluiría a quienes sufrieron torturas o fueron objeto de la llamada “guerra sucia” contra ETA durante los cinco años posteriores a la aprobación de la Constitución y podría afectar a los GAL en el primer año de Gobierno de Felipe González, al que llegó en octubre de 1982.


Preguntado acerca de una valoración de este punto de la nueva Ley de Memoria Democrática, el exdirigente socialista señaló que no ha visto el texto: “Cuando lo vea les diré, pero sonarme, no me suena bien” dijo en  declaraciones a los medios  de comunicación desde Santander, donde participa en un encuentro de la universidad Menéndez Pelayo
La norma también fue criticada por su exvicepresidente, Alfonso Guerra quien aseguró que los que jaleaban a los asesinos en Euskadi son los que dicen que la Transición acabó en el 1983.


Al igual que González, Guerra reconoció que solo sabe de la norma por lo que ha podido conocer a través de la prensa. No obstante, señaló que un factor es “dónde acabó el franquismo, en el 75, en el 77, en el 78 con la Constitución; hay quien piensa que acabó en el 83 y quien piensa eso es uno de los que jaleaba a los asesinos en el País Vasco, es muy difícil de entender”.


Sobre las relaciones entre los socios del Ejecutivo, Guerra señaló que un Gobierno de coalición “no tiene más de un presidente” y que “todos los ministros son nombrados por este”. “La impresión que da es que es una coalición en la que el Gobierno ataca al Gobierno; una cosa surrealista”, aseguró.

 

Un disparate
A las críticas de los exlíderes socialistas se sumó el expresidente del Gobierno José María Aznar que no dudó en calificar de de “disparate” la nueva ley entre otras cosas porque es un proyecto “hecho y pactado con terroristas”.


Aznar participó ayer en un encuentro de la universidad Menéndez Pelayo de Santander en el que se dirigió al Gobierno para trasladarle que “no puede haber dos lealtades”. “O se es leal a la Constitución, o se es leal a Bildu, pero no se puede ser leal a la Constitución y a Bildu”. Una afirmación que terminó con el aplauso del público, entre el que se encontraban buena parte de los líderes populares de Cantabria.


“Cuando un Gobierno como el actual pacta con el grupo que representa al terrorismo, que se investiguen crímenes hasta diciembre de 1983, cinco años después de aprobada la Constitución, en la época de que los antecesores del propio Gobierno actual estaban ya en el Gobierno, sinceramente creo que eso significa tener la casa muy en desorden”, sentenció.


Por su parte, el portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, defendió que la ley de Memoria Democrática “nace de un Gobierno progresista” y “no la escribe nadie desde otro grupo”, en respuesta a las críticas sobre el pacto suscrito con Bildu.


“Es una iniciativa progresista, no la escribe nadie desde otro grupo parlamentario. Hay (enmiendas) transaccionales, aspectos concretos que se negocian con otros grupos y que mejoran la ley, pero el objetivo inicialmente planteado con la ley de memoria se cumple”, aseguró el portavoz socialista en una rueda en el Congreso. 

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