El primer acto de la eliminatoria entre el Club do Mar y el Victoria se caracterizó por las precauciones adoptadas por unos y otros para evitar tener que llegar al decisivo partido del próximo fin de semana en desventaja.
Lo mucho que hay en juego en la eliminatoria evitó el fútbol fluido. De esta forma se vio un choque tremendamente igualado, jugado a arreones y que pudo caer de cualquier lado.
Tampoco hubo demasiadas ocasiones de gol. La más clara de la primera mitad cayó del lado visitante en un mano a mano con Rama en el que el portero caionés evitó lo que parecía un gol seguro.
En el segundo tiempo el técnico local, Daniel Sánchez, tuvo que hacer hacer cambios muy pronto al lesionarse el central Iriso en los minutos iniciales.
El percance sufrido por el jugador en una de sus rodillas podría ser de alcance, aunque habrá que esperar al resultado de las pruebas médicas.
No fue el único contratiempo sufrido en defensa por el Club del Mar, toda vez que otro central, Diego, acabó el partido con el tendón muy cargado y parece sería duda para la vuelta del próximo domingo.
Pese a todo, los blancos completaron una buena segunda parte, período en el que generaron peligro a balón parado y dispusieron de un par de buenas ocasiones para adelantarse en el marcador.
Una corrió a cargo de Tiago y la otra, que fue especialmente clara, llegó en un remate de cabeza de Dopico.
Este defensor será otro de los que se pierdan el decisivo enfrentamiento a disputar en la ciudad herculina toda vez que vio la quinta amarilla, por lo que le caerá un partido de sanción.
De esta forma, el técnico de los de Caión no le quedará más remedio que tirar de jugadores menos habituales como Martín, Hugo o Mateo en el que va a ser el partido más importante de la temporada para el equipo.