La patata nueva del litoral fue la más demandada en Carballo, alcanzando los tres euros el kilo

La patata nueva del litoral fue la más demandada en Carballo, alcanzando los tres euros el kilo
La oferta de patatas fue muy variada ayer en la feria de Carballo | MN

La patata nueva cultivada en la comarca fue este domingo uno de los productos más destacados de la feria  de Carballo. Con precios que oscilaron entre los 2,5 y los 3 euros, los tubérculos procedente de zonas próximas como Razo, Baldaio, Lema, Coristanco, Barizo o Sofán captó la atención de compradores y comerciantes en la segunda feria de primavera, siendo especialmente demandadas las partidas cultivadas cerca del mar, con una calidad muy apreciada por su sabor y textura.


Como cada segundo domingo de mes, la feria carballesa volvió a reunir a productores, fruteros y consumidores en torno a la oferta alimentaria más cercana. Pese al cielo encapotado y la amenaza de lluvia, la jornada permitió “feirear” sin sobresaltos y mantener vivo el pulso del comercio a pie de plaza.


Frente a la patata de proximidad, la oferta foránea fue más económica. La variedad egipcia se despachaba en sacos de 10 kilos a 12 euros, mientras que la de Cartagena se ofrecía a 15 euros el saco. La patata de la cosecha anterior, en proceso de retirada del mercado, seguía presente en algunos puestos con precios entre 1 y 1,70 euros por kilo.


Además de la patata, otros productos del campo marcaron presencia con fuerza. Los guisantes en vaina, recién cosechados, se vendieron a 5 euros el kilo, consolidando su lugar entre los productos más valorados por su frescura y temporalidad.


Las alubias, en sus diferentes variedades, oscilaron entre los 5 y los 7 euros el kilo, tanto para la blanca como la pinta. Las de tipo fabada, más escasas y específicas, alcanzaban precios de hasta 12 euros.
 

La gama de verduras de hoja también estuvo bien representada. Los grelos, pese a pasar la temporada, mantenían su espacio a 2,5 y 3 euros el manojo. Los xenos de repollo y la berza gallega, se ofrecían entre 1 y 2 euros. Las coliflores variaban notablemente en precio según su tamaño, entre 2 y 7 euros, mientras que los repollos se despachaban desde 1,50 a 3 euros.


Como en cada feria, productos esenciales de la despensa mantuvieron una notable rotación. Los huevos camperos cotizaban entre 3 y 4,5 euros la docena, una gama de precios que reflejaba tanto el tamaño como el tipo de crianza. Los botes de miel, de producción artesanal, se ofrecían entre 10 y 12 euros, consolidándose como uno de los productos más buscados por consumidores.


El queso artesano del país, por su parte, mantenía su protagonismo habitual, con largas colas en los puestos. Las piezas enteras se vendían entre 7 y 12 euros, y al corte a 9 euros el kilo. 


Además, el barrio de A Milagrosa mostró una actividad sostenida desde las 10 de la mañana hasta pasada la una del mediodía. El flujo de visitantes fue constante, favorecido por el hecho de que muchos aprovecharon el ferial como excusa para completar la compra semanal, acercarse a los negocios de la zona o disfrutar de la oferta hostelera.


La actividad no se limitó solo a la compra de productos alimentarios. Los puestos ambulantes aportaron un carácter complementario con mercancías variadas, desde ropa hasta artículos de menaje o pequeños accesorios.

 

Buen ambiente en Cee

Al otro lado de la comarca, la pintoresca villa marinera de Cee también celebró su feria dominical bajo un cielo encapotado, pero con temperaturas agradables que facilitaron el ambiente comercial. La edil Luisa Rodríguez cifró en unos 70 los puestos ambulantes instalados en el entorno de O Recheo, donde destacaban sectores como el textil, el calzado, la bisutería, los artículos deportivos y la alimentación
 

El mercado local, con su comercio abierto en la zona centro, completó una oferta diversa que atrajo a público tanto local como de municipios vecinos. La hostelería volvió a consolidarse como uno de los motores económicos de la jornada. 


Desde primera hora de la mañana, las terrazas se llenaron, convirtiéndose en el mejor refugio frente al cielo gris, y registrando un alto grado de ocupación hasta bien entrada la franja de los aperitivos. 

La patata nueva del litoral fue la más demandada en Carballo, alcanzando los tres euros el kilo

Te puede interesar