Las tres plazas de escenarios feriales de Paiosaco (A Laracha), Cee y Baio (Zas), ofrecieron ayer una jornada singular de domingo.
En Paiosaco, el mercado comenzó sobre las 9 de la mañana, destacando la oferta de productos del sector huerta, además del textil. Como novedad, la llegada de más patata nueva autóctona, característica de la geografía de proximidad. Tubérculos de beiramar e interior de una amplia comarca. Estos productos nuevos cotizaban a 2 y 2,5 euros el kilo, mientras que la de Cartagena, en sacos de 10 kilos, se despachaba a 15 euros. A 12 euros el saco de la de Egipto.
Entre las verduras despuntaron los grelos, a 2,5 y 3 euros el manojo; las nabizas y los xenos de repollo, que podían costar hasta 2 euros; y el repollo, con un valor de entre 2 y 4 euros el kilo, similar a la coliflor. Las piezas de lechuga se encontraban entre los 0,80 céntimos y el euro; las distintas variedades de tomate, desde 3 a 6,80 euros; el pimiento morrón, a 2 y 3 euros; pepino y calabacín, entre 3 y 4 euros; y los manojos de zanahorias, a 2,20 euros.
Por otro lado, los limones del país se comercializaron a 2 euros por lo general, al igual que las naranjas. Y el kiwi, podía encontrarse a entre 3 y 4 euros el kilo.
En artículos de cultivo, las plantas de cebollino podían encontrarse a partir de los 7 euros, similar a las de repollo, berza o puerro, cuyo precio no sobrepasaba los 12 euros. Las más económicas, las de pimiento de Herbón. Los lotes de 12 plantas tenían un coste de 3 euros.
Asimismo, un mercado como el de Paiosaco siempre presenta novedades en la modalidad de huerta, y son muchos los cosecheros que acuden a él. Concretamente ayer, sorprendió el puesto de unos padroneses de Herbón, que vendieron 4 bolsas de sus característicos pimientos, los cuales “uns pican e outros non”, por encargo, a 7 y 8 euros cada una.
Los comerciantes autóctonos también exhibieron sus botes de miel allí, a 9 y 12 euros el tarro; sus quesos artesanos, a entre 7 y 12 euros la pieza; y los huevos camperos de corral, a entre 3 y 6 euros la docena.
Por su parte, Cee volvió a exhibir ayer el dinamismo propio de esta urbe. Fuentes municipales cifraron en 70 los puestos ambulantes que participaron en O Recheo. Además, hubo muy buen ambiente en el comercio local, abierto como siempre durante las jornadas feriales.
En cuanto a la hostelería de la localidad marinera, interiores y terrazas experimentaron un nivel excelente, con cifras de clientela positivas para sus negocios.
El mercado de Baio aguantó, literalmente, el chaparrón matinal de primera hora, para luego poder disfrutar incluso de algunos rayos de sol. Fuentes locales detallaron la importancia de la participación de hasta 30 puestos ambulantes en el espacio de la plaza del físico local Jorge Mira.
El buen ambiente y la animación se hicieron notar, sobre todo, en torno a la pulpeira, y el comercio local se convirtió en otro de los grandes aliados de esta urbe durante la jornada. Asimismo, las empresas de automoción aprovecharon las citas feriales para atender recados, consultas y pedidos.