Personal del Servizo de Axuda no Fogar (SAF) de la Costa da Morte secundó este viernes a mediodía las concentraciones convocadas por la CIG en casi medio centenar de localidades gallegas en repulsa por el crimen de Teresa de Jesús, una trabajadora del SAF en O Porriño. Teresa murió de forma violenta el pasado martes a manos, presuntamente, del marido de la anciana a la que cuidaba.
La movilización fue para recordar a la víctima y solidarizarse con su familia y compañeras, a la vez que para exigir medidas que garanticen la protección de las trabajadoras de los servicios de ayuda en el hogar y para pedir mejoras en el SAF. De hecho, el sector tiene convocada una huelga para el 13 de agosto, dentro de una serie de acciones para tratar de mejorar la situación que viven estas trabajadoras, sobre todo en la atención que prestan en los domicilios particulares.
Las concentraciones en la comarca se llevaron a cabo en Carballo, Malpica, Muxía, Corcubión, Fisterra, Ponteceso y Carnota. Las manifestantes portaban pancartas con los lemas ‘Invisibles e precarias. Pola valorización dos traballos de coidados” y ‘A precarización do traballo dos coidados é violencia machista’. Los actos finalizaron con la lectura de un manifiesto.
Alrededor de medio centenar de personas secundaron la protesta en la Praza do Concello de Carballo, a la que se sumaron varios concejales del gobierno local. Se escucharon cánticos como ‘Todas somos Teresa’, ‘ante a violencia, nin un paso atrás’ o ‘estamos cansadas de ser explotadas’, ‘dignidade laboral para axuda no fogar’, ‘coidados en mans privadas, explotación garantizada’, además de recordar a Xunta, Concello y empresas que ‘estamos en loita’. El trágico suceso de O Porriño es una situación que “pode volver a producirse e ninguén toma cartas no asunto”, señalaron en la manifestación de Carballo, apuntando que todas las trabajadoras “son víctimas potenciais”.
En Malpica, además del acto de la CIG hubo un minuto de silencio convocado por el Concello en la Praza Villar Amigo. La concejala de Servizos Sociais, Marisol Blanco, leyó un manifiesto condenando “con firmeza e sen matices calquera forma de violencia e especialmente aquela que afecta a quen, como Teresa, dedica a súa vida ao coidado e benestar dos demais”. “Esta traxedia recórdanos a vulnerabilidade á que están expostas moitas traballadoras do ámbito sociosanitario, así como a necesidade urxente de reforzar os mecanismos de protección e prevención en todos os niveis”.