La empresa adjudicataria dispone de cuatro meses de plazo para finalizar la actuación. La pasarela, que tiene algo más de 600 metros de longitud, fue construida entre los años 2003 y 2005, y casi veinte años después necesitaba una reforma integral.
Las obras consisten en la demolición y levantamiento de las estructuras actuales, limpieza de la zona, reposición del borde de hormigón, e instalación de la nueva pasarela de madera de pino tratada, así como de las rampas de accesibilidad.
El proyecto también prevé el traslado de las columnas de alumbrado público, banderolas y megafonía que invaden la zona de paso y la ampliación de los cubre-contenedores. Los trámites para la sustitución de la pasarela se iniciaron ya en 2021, con la elaboración del proyecto en septiembre y su remisión a los organismos competentes en el mes siguiente.
La tardanza de las administraciones estatal y autonómica en autorizar las obras explica el retraso que acumulan las mismas. La autorización de la Demarcación de Costas del Estado llegó en marzo de este año y la de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta a mediados de mayo