Presumimos, y con razón, de que mientras el resto del país se sofoca con olas de calor, en esta esquinita del Atlántico llamada A Coruña esquivamos bala tras bala. Un oasis climático, que nos dicen algunos. Pero, siempre hay un pero, esto no evita que las temperaturas sigan siendo más altas de lo normal. Tanto es así que el primer semestre ha sido el más cálido desde que hay registros.