Los vecinos de A Rabadeira (Coristanco), despidieron este fin de semana un local histórico, el bar Andrade. Después de 75 años el establecimiento dijo adiós por jubilación y tras no encontrar relevo. Era el único bar que quedaba en la localidad coristanquesa, que ha perdido paulatinamente servicios y ya solo queda una panadería y una farmacia. A ver hasta cuándo.