¿Con quién vamos a hablar del tiempo?

¿Con quién vamos a hablar del tiempo?
FOTO: lanzadera en pruebas en a Coruña | aec

acabaremos por no saber hablar, y si no, al tiempo. Ya hace años que nos colaron las gasolineras de autoservicio, en las que te sirves tú y ni te hacen una rebajita en el precio por el puesto de trabajo que amortizan. Después aparecieron las cajas sin cajeros en las que te cobras tú, pero tampoco te descuentan nada por el sueldo que dejan de pagar. Ahora nos salen con el autobús este que se conduce solo -menos mal que no lo tenemos que conducir nosotros-, del que nos fiamos menos que de un lanzador de cuchillos con el baile de San Vito. Porque la informática está muy bien, pero ¿a quién no le ha fallado en el peor momento? Pues eso. Pero lo peor de todo esto que les acabamos de contar y es común a los tres ejemplos, es que han prescindido de las personas. ¿Quién no ha echado alguna vez alguna parrafadita con la cajera del súper? ¿Y con el empleado de la gasolinera? Con el conductor del autobús no se puede, pero ya se sabe que somos poco de cumplir normas. Vamos a acabar contándole nuestras vidas a las máquinas. ¡Alexa, qué triste! 

¿Con quién vamos a hablar del tiempo?

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