En A Coruña tenemos la suerte de poder elegir entre playas ‘de todos’, turistas incluidos, y playas de barrio. Y a la vista del estado del aparcamiento, con coches sobre la acera y en los pasos de cebra, la playa de Oza ya no es (solo) de los vecinos de Os Castros y O Castrillón. Lo de ir saludando al pasar porque los que están en la arena son los que uno se encuentra en la compra y en el bar, es cosa del pasado. Para bien o para mal.