Será que los equipos están reinventando el fútbol y llevan la fase de ensayo en secreto. Por eso los entrenamientos son a puerta cerrada. Telón echado, en el caso del Deportivo. El espionaje industrial es un juego de niños al lado de la confidencialidad futbolística. Ni la fórmula de la Coca-Cola se guarda con tanto celo.