Se nota que en el Ministerio de Fomento —o como se llame ahora— hay alguien que tiene experiencia y que sabe que cuando un incendio se descontrola lo mejor es dar imagen de transparencia. Y al Gobierno ya le pitaban los oídos con los cortes, interrupciones, desvíos y contratiempos del bulevar de As Pías. Dicen quienes escucharon las explicaciones del delegado y su séquito que la cosa tiene buena pinta; que igualar la cota de toda la avenida abrirá un nuevo horizonte al Ferrol del futuro no muy lejano. Así lo desean —antes que nadie— los vecinos. Que el sufrimiento de hoy tenga premio mañana. A ver.