Los vecinos de Bamiro, en el municipio de Vimianzo, viajaron en el tiempo y este domingo disfrutaron de una exhibición de la “malla”, una de las tareas tradicionales del campo en esta época. Emilio Mouzo, de 76 años, es el promotor de la iniciativa y éste ya es el cuarto año.
Al lado del bar Zúrich, que él mismo regentaba, puso a funcionar su antigua máquina “de mallar”, que todavía conserva en buen estado, para convertir el trigo en grano. Por el lugar pasaron numerosas personas, desde mayores que rememoraban sus tareas en el campo años atrás hasta niños que veían por primera vez como se realizaba este trabajo.
Antes del “mallado”, Emilio se encargó de cultivar el trigo y de recogerlo. “Tiñamos uns oito ferrados de terra, que houbo que apañar co fouciño”, afirmaba Emilio en plena faena este domingo. En media hora, el trigo ya estaba “mallado”, gracias a la colaboración de un grupo de vecinos y compañeros.
Según cuenta Emilio, ahora ese trigo lo llevará a un molinero que queda en el lugar de Vilamaior (Santa Comba) para convertirlo en harina y después poder hacer los “follados con rinchas”, otra de las comidas típicas cuando se realizaban las labores del campo. También ayer hubo comida para los 13 trabajadores que ayudaron a Emilio en su tarea y que tiene previsto continuar el próximo año “se chegamos aló”.
Algunos de los ayudantes recordaba cuando la “máquina de mallar cobraba por minutos, 16 pesetas” hace unos 50 años. Y como había muy pocas “malladoras” para este trabajo en las aldeas, por lo que todos rememoraban la de “Jaime de Santa Sía, que era a que mallaba en todos os lados”.