Las personas con perros de asistencia, como personas con discapacidad, con trastorno del espectro autista y víctimas de violencia de género, podrán acceder con ellos a lugares públicos y privados de uso público en cualquier lugar de España.
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes, a propuesta del ministerio de Pablo Bustinduy, un real decreto que regula la actividad y el bienestar de los perros de asistencia y el acceso con ellos a centros educativos, culturales, deportivos, sanitarios, comerciales, alojamientos turísticos, restaurantes, museos y teatros, entre otros.
Además, se permitirá que estos perros accedan a playas, a recintos de piscinas y parques acuáticos, siempre que no entren al agua.
La norma recoge también el acceso a mujeres víctimas de violencia de género y sexual con perros de asistencia a albergues o centros asistenciales.
El nuevo decreto complementa la legislación que dispone cada comunidad autónoma en torno a este tipo de animales y sustituye una norma de 1983 actualmente en vigor.
"Hasta ahora se regían por un decreto de laño 83 que solo consideraba la discapacidad visual; ahora se extiende a todos los tipos de discapacidad", ha señalado el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, quien ha destacado que "esta medida va a garantizar el acceso a la circulación y la permanencia de los perros de asistencia a los espacios públicos y privados".
El objetivo de la norma es asegurar que todas aquellas personas que requieran de un perro de asistencia puedan acceder con ellos a lugares públicos y privados de uso público, en cualquier lugar de España, independientemente de la comunidad en la que esté, asegurando así que no sean discriminados.
Entre las personas que requieren de un perro de asistencia, están las que tienen discapacidad auditiva o con sordoceguera que requieren de perros adiestrados para avisar de la emisión de sonidos y su procedencia y con discapacidad física, que precisan de perros adiestrados como apoyo y auxilio en actividades de la vida diaria.
Además, son acompañadas de perros de asistencia personas con trastornos del espectro autista para promover su autonomía personal, personas con patologías que necesitan estar acompañadas por un perro adiestrado para avisar de una alerta médica.
La nueva normativa garantiza el derecho de estos perros al descanso, ya que se ha fijado que podrán dejar de prestar servicio cuando cumplan 10 años, manteniéndoles además su derecho a seguir accediendo a los espacios de uso público una vez pasado su tiempo en activo.
"Regula las condiciones, la formación, la identificación de los perros de asistencia, una medida importante que va a combinar la máxima protección del bienestar de estos animales con la promoción de la autonomía personal y la vida independiente" de las personas con discapacidad, ha concluido el ministro.