Lucía García, asesora de sueño infantil: “Dormir es un pilar en la salud”

Lucía García, asesora de sueño infantil: “Dormir es un pilar en la salud”
Lucía García es psicóloga asesora de sueño infantil. I CEDIDA

Lucía García es psicóloga asesora de sueño infantil y facilitadora de disciplina positiva. Es decir, ayuda a que todos los miembros de la familia puedan descansar. Para conseguirlo, lo hace desde el respeto y la confianza, con planes personalizados en los que incorpora o modifica hábitos con los que favorecer un sueño reparador. Calma el Caos es una iniciativa que surgió con el objetivo de solventar las necesidades que ella misma se encontró cuando fue madre. 


¿Cómo aparece Calma el Caos?

 

Yo soy psicóloga y todo lo que tenía que ver con psicología infantil me había gustado siempre, pero no tenía muy claro de qué forma podía aplicar la psicología a las familias. Cuando fui madre me di cuenta de que existía un vacío. Conforme fue pasando el tiempo mi hijo solo era capaz de dormir en el carrito, tenía un año y medio y no dormía ninguna siesta y estaba el pobre llorando todo el día. Empecé a investigar y me di cuenta de que los bebés tenían unas necesidades de sueño que yo desconocía y había todo un campo de conocimiento sobre el sueño infantil que era completamente desconocido para mí.

 

¿Qué repercusión tiene el sueño en la vida de adultos y niños?

 

El sueño es un pilar en la salud. Necesitamos dormir para vivir y para que nuestro cerebro funcione bien. A nivel desarrollo, mientras dormimos nuestro cerebro va asimilando nuestro conocimiento. Un bebé que duerme muy poco, va teniendo dificultades de aprendizaje por ejemplo a la hora de empezar a hablar. Imagínate llegar al cole sin haber dormido, que ya vas a tener dificultades para concentrarte y por otro lado vas a tener más rabietas o peor comportamiento. Hay padres que me dicen lo que más hemos notado el cambio es en el carácter.

 

Los padres no van a poder atender sus responsabilidades diarias, jugar con tu hijo, etc. El bebé me demanda cada vez más por el día y no podemos hacer lo de “duerme cuando el bebé duerma”porque no es real. Tú como madre que duermes mal si encima luego te lo tienes que llevar al parque, jugar, comer saludable, acabas agotada. 

 

¿Qué tipo de alteraciones del sueño aparecen en niños o bebés y cómo influyen?

 

En mi práctica diaria, me encuentro niños o bebés a los que les cuesta mucho conciliar el sueño o lo hacen después de mucho llanto.  También existen casos en los que los peques tienen múltiples despertares por la noche, más de los que correspondería según su edad, o que duermen pocas siestas. Son bebés que están hipervigilantes o que están más enfadados durante el día, de peor humor, irritables, etc.


¿Cómo es el primer contacto con las familias?

 

Lo principal es conocer las necesidades de sueño de su peque y tener expectativas realistas. Existen padres que reclaman consultas porque tienen dudas muy concretas o son para recién nacidos muy pequeñitos: explicamos cómo es una higiene de sueño positivo o cómo debe ser el ambiente de dormir. Van haciendo cambios para establecer una buena base.

 

Cuando ya vienen con problemas determinamos un plan de sueño. Yo les envío un documento que tenga que ver con el sueño de sus hijos y empezamos a implementar cambios con un seguimiento de 21 días generalmente o con seguimientos de llamadas telefónicas y establecemos pequeños cambios de forma progresiva. Nos vamos adaptando al carácter de la familia, a las costumbres, cada una es un mundo.

 

Según la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), aproximadamente el 30% de los niños y adolescentes padecen alguna alteración relacionada con el sueño a lo largo de su desarrollo.

 

¿En qué se puede mejorar para facilitar el sueño?

 

Es importante saber que el sueño llama al sueño. Esto de “que no duerma la siesta para que duerma mejor por la noche” en realidad es un mito. Si un niño llega sobre cansado al final del día, esa noche va a ser terrible. 

 

También hay que tener en cuenta que el sueño no solo se trabaja por la noche. El ejercicio físico, que en bebés se puede traducir en ejercicios de sueño o en niños parque, nos ayuda mucho. 

Estar expuestos a la luz natural por la mañana va a ayudar por la noche. El ir bajando la intensidad a la hora de dormir y dejar de lado las pantallas a partir de las 6 para favorecer la melatonina.

 

¿Y los padres?

 

Hay que quitar culpa a los padres porque hacemos las cosas con la mejor intención del mundo porque nadie nos lo ha explicado y creemos que está bien, pero muchas veces hay horarios muy desfasados o bebés a los que acostumbramos siempre a dormir de una forma determinada y a medida que ha pasado el tiempo se ha modificado. 

 

Para los padres es duro. Hay bebés de uno o dos años que solo se saben dormir en brazos por ejemplo y esto para la espalda es perjudicial. No es lo mismo un bebé de tres meses que uno de tres años. Más aún cuando le cuesta enlazar el sueño y en cada despertar que tiene el niño lo tienen que coger, tienen que moverse, etc. 

 

Hay muchos casos en los que son días llenos de rabietas y una noche llena de despertares. Yo nunca le pido a las familias que dejen al bebé llorando, siempre aconsejo que se calme y se sienta seguro. Todo esto favorece mucho el apego y el apego que tengamos va a ser determinante a medida que vayamos creciendo. 

 

¿Cuál es la edad de los bebés o niños más habitual en tu consulta? ¿Existe un límite?

 

Hay familias que saben un poquito más sobre el sueño y me suelen contratar consultas a los 2-3 meses porque a los cuatro hay un cambio del sueño muy importante. Si no, quizás lo que más de 8 meses a 2 años

 

Suelo establecer un límite a los 6 años, pero realmente luego se entremezcla mucho con la disciplina positiva. Yo incluyo bastante al niño. Trabajo con los padres, pero les digo que cuando vayamos introduciendo modificaciones que no sea algo sin querer, sino “vamos a motivarlo y que se sienta él que forma parte del proceso”. El niño de más edad con el que he trabajado era un niño de seis años con altas capacidades.

 

Creo que siempre que estamos a tiempo de ir mejorando las cosas. Una familia que venga con su niño de tres años, a pesar de que haya tenido problemas para descansar antes, todo lo que haga a partir de ahora va a beneficiar. 

 

¿Cómo influye la Psicología Positiva en las familias y en qué consiste? 

 

Existen unos principios básicos en la Psicología Positiva: respeto mutuo, firmeza y amabilidad. Cuando son bebés, busco apego seguro: que se sienta acompañado, que llegue a la hora de dormir con las necesidades fisiológicas y afectivas cubiertas. A medida que el peque va creciendo, que tiene más capacidad de razonamiento y se da cuenta de los cambios que vamos haciendo, me gusta hacerle consciente y que se sienta parte del proceso. 

 

Es importante que los niños no sientan los cambios como un castigo. Debemos huir del “estate quieto y vete a dormir de una vez”. Hay algo que pasa mucho con niños pequeños: los metes en cama y empiezan: mamá agua, papá pis, etc. Eso realmente es que necesitan más atención. Por ello hay que considerar cómo se puede prestar antes esa atención, como por ejemplo tener unas rutinas, una reunión familiar en la que se sienta partícipe y huir de todo lo que tenga que ver con premios, castigos, recompensas, etc. Procuro que la familia vea cada error como una oportunidad de aprendizaje. 

Lucía García, asesora de sueño infantil: “Dormir es un pilar en la salud”

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