“Cincuenta anos formando futuros, creando recordos e construíndo soños”. Este es el lema del aniversario del colegio Ramón Otero Pedrayo y así quedó claro durante la celebración este sábado. Cincuenta años dan para mucho y por eso fueron muchos los recuerdos compartidos durante la jornada. Fue un día para el recuerdo de profesores, cocineras, conserjes, administrativos, familias y, principalmente los alumnos que pasaron por el centro durante medio siglo.
El director, Juan Manuel Ramos, fue el encargado de abrir el acto y echar la vista atrás para agradecer el trabajo de todos los que han ayudado a escribir la historia del centro. Hubo muchos que “deixaron pegada”, profesorado y alumnado, y todos hicieron posible que el colegio fuese lo que es. Desde aquellos inicios en los que llegó a tener 1.300 alumnos, con el transporte público recogiendo por todas las aldeas y parroquias, hasta la actualidad con menos de la mitad, unos 600 en los últimos años.
La implicación y la calidad educativa fue y sigue siendo una de las señas de identidad, además de una “enseñanza en valores”, tal como recordó Ramos Varela. De este centro salieron grandes profesionales en todos los campos, desde médicos o ingenieros hasta albañiles, carpinteros o ganaderos. Una buena cosecha y gente de “moi bo proveito”, subrayó el director.
El alcalde, José Manuel López Varela, también alabó los logros del centro al tiempo que recordaba los primeros contactos del Concello al empezar de concejal. Mostró su compromiso por seguir los planes de mejora, y entre los primeros está la renovación de los accesos, además destacar la importancia de colaboración entre las distintas administraciones. López Varela abogó por el espíritu crítico de la enseñanza y la “escola pública de calidade con maiúscula”, como es ésta.
El regidor también llamó la atención sobre un hecho curioso: el director Juan Manuel Ramos; la directora de la Axencia Galega de Innovación de la Xunta, Carmen Cotelo Queijo -también asistente al acto- y él mismo son originarios de la parroquia larachesa de Cabovilaño, lo que también es un ejemplo de ese espíritu colaborativo.
Precisamente, Carmen Cotelo reconocía estar más nerviosa que en cualquier otro acto al ser algo que le afecta en primera persona, al tiempo que apelaba a cuidar “esas moitas pequenas cousas que constitúen a educación”. Cotelo también reiteró su compromiso por la educación pública de calidad. Además, trasladó un mensaje del conselleiro de Educación, Román Rodríguez, que no pudo asistir al evento, animando a seguir trabajando en este ámbito.
Otra de las participantes en el acto fue la exdirectora Chelo Cotelo, que ocupó ese cargo entre el 1992 y el 2006, recordando aquellos tiempos con más de un millar de alumnos, al igual que María Isabel Lois, vinculada al centro toda la vida, con anécdotas para la historia.