Todos se quedan

Ni en política, ni en la vida en general, se puede decir eso de nunca jamas. Por ello toda cautela es poca. Con cautela se puede afirmar –aunque parezca contradictorio– que todos se quedan. Todos los socios de investidura dicen estar a la espera del día 9, que es cuando el Presidente del Gobierno comparece en el Congreso tanto para explicar lo sucedido en el seno de la Secretaría de Organización del PSOE como para proponer medidas que aborden el problema de la corrupción.


Los socios de investidura, día sí y día también, lanzan declaraciones mostrando su asombro, su enfado, mostrándose distantes del Gobierno y Sumar dice que la línea roja es la financiación irregular del Partido. Lo que se sabe hasta el momento, que no es poco, es corrupción, pero menos. Lo serio, dicen los socios del Ejecutivo, es la financiación irregular. Realmente, la izquierda que llegó para limpiar la política, para superar al denostado bipartidismo, ha introducido unos límites realmente laxos. Lo ocurrido es grave pero hasta cierto punto. Piden explicaciones de lo ocurrido, pero si el Presidente no sabía nada no es fácil que pueda explicar acontecimientos que ignoraba.


El foco está en los socios, en si continuarán apoyando al Gobierno, puesto que de ellos depende la continuidad de la legislatura. Se habla de pulso de la izquierda a la izquierda del PSOE. ¿Pero si fuera al revés? ¿Si el pulso fuera de Sánchez a sus socios? El Presidente del Gobierno, en principio, no está dispuesto a dimitir y mucho menos a convocar elecciones. No será él quien de al traste con la legislatura y en Moncloa, con toda la razón, tienen la convicción que nadie se va a dar de baja, que ningún grupo va a cargar con la mochila de dejar caer a un Gobierno progresista. “Como va a permitir que gobierne la derecha con Vox”. Se preguntan en Moncloa.


Esto lo veremos el día 9. Los socios de investidura verán la botella medio llena. Encontrarán argumentos para que todo siga igual, diga lo que diga el Presidente. Sumar escenificará su probable decepción, considerará que no es todo lo que piden pero que menos es nada y ahí seguirán, formando parte del Gobierno y por lo tanto corresponsables de sus decisiones. El Ejecutivo es un órgano colegiado para lo bueno y lo malo.


Sostienen los socios de investidura que el Presidente y la parte socialista del Gobierno no son conscientes de la gravedad de la situación. ¡¡Claro que lo son!!. Son bien conscientes, siempre a la espera de noticias, de su situación, de ahí el argumentario de que se trata de tres personas, que Cerdán, casi casi, estaba de visita en Ferraz, reiterando que ellos sí actúan con contundencia y no como otros. Son tan conscientes de la situación que se desgañitan tratando de encapsular lo que estamos viendo y escuchando en tres personas que han actuado por su cuenta, sin enganche alguno fuera de ese trío. Pedro Sánchez y Moncloa están preocupados pero no serán ellos quienes den un paso atrás. Eso lo dejan a algún grupo que apoyo la investidura y a día de hoy ninguno de ellos dejarán de estar donde están. La primera, pese a sus discursos, Yolanda Díaz.


El refranero español es un compendio esplendido de la sabiduría popular, que es la más sabia de las sabidurías: vísperas de mucho, días de nada. O de casi nada. 

Todos se quedan

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