La oportunidad de Rueda

Está claro que el presidente Rueda ha sabido guiar una transición tranquila para superar la marcha de Núñez Feijóo a Madrid. Con la colaboración inestimable de sus vicepresidentes Calvo y Conde y todo un equipo de gobierno bien compactado que ha estado a la altura de las circunstancias. La era Rueda debe marcar su propia impronta para evitar caer en la esperanza de la inercia que renueve automáticamente mayorías absolutas como firmaba Feijóo. 
 

Es verdad que el gobierno gallego sigue una hoja de ruta que le funcionó al ex presidente y con la que a Galicia le va bien como confirman todos los trabajos demoscópicos que conocemos. Pero los tiempos cambian y tener la cintura de adaptarse a las nuevas circunstancias deben de ser reconocibles en las futuras acciones del gobierno. El presidente de Andalucía ha decidido sumarse a la comunidad de Madrid en sus políticas fiscales y ha abierto su comunidad para captar inversores y grandes fortunas que, hasta ahora, buscaban refugio en Madrid y que, a partir de ahora, ponen su mirada también en tierras andaluzas. Madrid demuestra con números que sus políticas fiscales captan empresas e inversores y ven con satisfacción como crecen sus ingresos como resultado de la llegada de empresas que pasan a cotizar en sus arcas. Recauda más ahora de lo que lo hacía con el impuesto de patrimonio y se pone en la buena dirección, la misma de todos los países de nuestro entorno donde este impuesto, sencillamente no existe. Es curioso que el propio Zapatero hubiera suprimido el impuesto de patrimonio y que su ministro Miguel Sebastián, también socialista, lo explicara con la brillantez que lo hizo, ese impuesto es una doble, cuando no triple, imposición y  el mundo global en el que vivimos, abre oportunidades para que las grandes fortunas trasladen sus fondos a otros países y ahora también, a otras comunidades autónomas dentro del estado español. 
 

Moreno Bonilla lo ha visto claro y ha tomado una decisión inteligente incluyendo a su comunidad en los territorios que no castigan el ahorro, sino que lo premia. Porque el impuesto de patrimonio es un castigo añadido para los ahorradores: el patrimonio se adquiere con dinero por el que ya se ha pagado al fisco, de tal manera que si una persona destina 300.000 euros a la compra de un bien inmueble es castigado impositivamente de por vida, mientras que si la misma persona se dedica a gastar esos 300.000 euros en fiestas, coches o viajes no pagará ni un euro más en su vida por el concepto de patrimonio. Galicia es tierra de emigrantes, aquellos que muy jóvenes se fueron lejos a buscar fortuna para sacar adelante a sus familias y, con esfuerzo, dejar a sus hijos una herencia que mejore sus vidas. Por esta razón, el presidente Rueda puede convertir a Galicia en una tierra de oportunidades incorporándose a la senda marcada por Madrid y Andalucía, también gobernadas por los populares. El ex presidente Feijóo lo prometió y no pudo hacerlo pese a que era su voluntad, ahora el nuevo presidente lo tiene en su mano, es justicia que Galicia se merece y que además está en el ADN del Partido Popular. En Galicia hay grandes fortunas que deben permanecer allí y otras que se han ido y están dispuestas a volver. No hacerlo sería poner palos en las ruedas de la competitividad de la tierra gallega con respecto a otras comunidades españolas.

La oportunidad de Rueda

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