España es un carnaval

Es domingo y muchos nos preparamos para la manifestación de hoy en la madrileña Plaza de España. Allí estaremos por obligación moral, por compromiso con nuestro país, pero sabiendo que a Sánchez ni le preocupa, ni le importa ni le afecta, es impermeable a cualquier sensibilidad de los ciudadanos porque está convencido de que va a estar dos años que le quedan a la legislatura disfrutando del palacio y con la esperanza puesta en muchos españoles despistados que, si suena la flauta, le mantengan otros cuatro años en la Moncloa. He escrito en esta columna muchas veces que soy partidario de una moción de censura en el parlamento, mucho más que de manifestaciones, pero Feijóo se niega porque “no dan los números”, se equivoca, las mociones de censura se pueden perder en sede parlamentaria y ganarse en la calle y créanme si les digo que no estoy solo en esta propuesta, de momento, con poco éxito, pero no perdemos la esperanza de que la oposición, algún día, abra los ojos. También he repetido hasta la saciedad que el nivel de la clase política actual está por los suelos y que cuando los cargos los ocupan personas sin méritos ni prestigio, se suelen rodear de asesores más mediocres que ellos y eso nos lleva al barro directamente.


El espectáculo que todos vimos esta semana es fiel reflejo de lo que aquí les cuento. Una “fontanera” socialista enfrentándose a un comisionista elegido por el PSOE para hacer grandes negocios, una auténtica pelea de verduleras que avergüenza a toda España. Si un secretario de organización del PSOE elige como asesor a un portero de discoteca, otros dicen que de un “puticlub” y abre las puertas del ministerio que ocupa a un presunto delincuente, todavía no hay sentencia, al mismo tiempo que coloca a su “sobrina” en una empresa pública de la que cobra sin ir a trabajar que a su vez se dedica a hacer informes contra la Guardia Civil y ofrece acuerdos con la fiscalía del estado y con la abogacía del estado, si todo esto ocurre así…¿qué puede salir mal? Y si además quien se atreve a cuestionar estas actitudes, aún siendo socialista, es lapidado en la plaza pública por los asilvestrados del sanchismo sin piedad. Page, Lambán e incluso Madina, víctima de ETA por defender al partido socialista en el país vasco, son tachados de “resentidos” por los amamantados por Sánchez, como el ministro Puente, un tabernario lenguaraz que sabe que su futuro político esta ligado al de Sánchez para siempre.


Nadie puede criticar al presidente Sánchez, salvo que esté dispuesto a ser tildado de “fascista”, recurso infame de los mediocres que, no teniendo argumentos, siembran el odio y buscan el enfrentamiento entre españoles como estrategia para mantener en el miedo a los ciudadanos y así manipularlos desde los medios públicos y otros privados cargados de subvenciones y sin ética de ninguna clase. Les invito a todos ustedes, que no podrán estar con nosotros hoy en Madrid, a firmar la “moción de censura ciudadana” que promueve Albert Castillón y que ya está cerca de las 50.000 firmas para ser presentadas en el parlamento europeo ante el defensor del pueblo. 


Solo tienen que poner en Google “moción ciudadana” firmar y después confirmar la firma cuando reciban un correo para verificar su firma. Es una alternativa más para los ciudadanos que queremos elecciones ya y no tenemos otras formas de mostrar nuestro hartazgo con este carnaval que, de la mano de Sánchez, tenemos montado en España. Sí les pido por favor que no caigamos en la resignación, Sánchez pronto será pasado y nuestros hijos se merecen otro futuro.

España es un carnaval

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