Caña al mensajero

no empieza a estar cansando de que muchos políticos para salvar sus malas gestiones o decisiones erróneas intenten siempre poner en el centro de la diana al mensajero. Es lo más fácil para de este modo eludir las responsabilidades y trasladarle estas a los que tan solo han sido notarios y transmisores de una información que el lector, oyente y televidente esta de demando en su justa medida.


El periodista que desempeña su trabajo actúa como mensajeros del hecho noticiable, como emisor de una información que responda siempre a las seis preguntas que todos hemos aprendido en una asignatura clave como fue redacción periodística que dimos en los primeros años de nuestra carrera. Con estos postulados y trabajando siempre con parámetros objetivos elaboramos la noticia que después hacemos llegar a los potenciales receptores. a través de los distintos medios de comunicación.


Para los que les cuesta asumir responsabilidades, como son los políticos, la culpa siempre se dirige de una forma directa al mensajero que lo único que hace es dar visibilidad a un hecho contrastado de la información y convertirlo en noticia. Muchos de estos políticos se creen que el mensajero tiene que estar a su dictado, a sus órdenes, y se confunde de parte a parte.


Una jueza que ahora ocupa cargo político de designación digital pidió a los periodistas que no difundieran informaciones sobre los recursos presentados al amparo de la ley “Solo sí, es sí”.


Esa ley que fue engendrada en el ministerio de Igualdad y que asumieron los integrantes del Gobierno de Pedro Sánchez. Craso error de la jueza en excedencia.


El mensajero es un notario de la actualidad y en ese terreno es en el que nos movemos para dar fe de los hechos contrastados transformados en noticia. Algo que parecen no entender los servidores públicos, como el caso que nos ocupa, que como respuesta tan solo se les ocurre darle caña al mensajero, deben de pensar que somos de goma…


Muy triste, en verdad.

 

Caña al mensajero

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