Oleiros de Buño diseñan tinajas con arcilla local para aplicar en las bodegas

Oleiros de Buño diseñan tinajas con arcilla local para aplicar en las bodegas
Alberto Varela, junto a las vasijas experimentales que se desarrollan con barro de Buño | Marema

La II Mostra de Viños Costa da Morte, evento comercial de difusión de bodegas, atrajo el pasado lunes a Buño a numerosos restauradores y sumillers de Galicia. El acto, organizado por la firma Choivaviño, del bergantiñán Alberto Varela, fue todo un éxito. Se llevó a cabo en la otrora Casa do Oleiro y en el mismo se presentaron productos como el diseño y elaboración de un par de tinajas de ensayo creadas con arcillas de Buño, para el almacenaje de vino destinado a los bodegueros.


Se extendieron dos mil invitaciones a hosteleros, restauradores, sumillers y prestigiosos cocineros y durante toda la jornada pasaron por el antiguo Centro Comarcal cientos de profesionales del sector, en un acto en el que también se impartieron cursos. El evento tuvo como hilo conductor los vinos almacenados en “tinallas” de barro.


Tras la parte gustativa, a última hora de la tarde se celebró una cena en el marco del restaurante “A Cunca” de Buño, donde fueron presentados los originales productos. Se trata de tinajas experimentales de 3 y 5 litros, elaboradas por Francisco Xosé Gorín Moreira, presidente de la Asociación de Oleiros de Buño, y el también alfarero Toni Corral.


Arcilla de Coto de Barreiros

Gorín explicó que en Buño se extrae la arcilla del Coto de Barreiros, un barro rojo y rico en hierro, y otro barro blanco, fino y rico en caolín, que cierra mejor los poros del recipiente. El barro procede de usos de siempre de la mina que hasta hace unos años pertenecía a la firma local Cerámica El Progreso, y que en la actualidad pertenece al Grupo Campo, con el que se mantiene colaboración para servir la materia prima al gremio oleiro, en abundancia. 


Este encargo experimental de vasijas habrá de madurarse y ampliar sus perspectivas, ya que los bodegueros suelen utilizar tinajas de 200 litros. Las infraestructuras de los “fornos” de Buño disponen de reducidas dimensiones, y a lo sumo ahora solo se podría elaborar “tinallas” de hasta 50 litros, pero cabe posibilidad de estudio y aplicaciones posteriores. En la capital oleira de Buño quedan solo 14 artesanos, algunos con obradoiros y tiendas y un par de tiendas de exterior solo dedicadas a comercializar artesanía.


Fran Gorín se mostró muy satisfecho de la experiencia, al igual que los progresos que lleva afrontando el sector, sus aplicaciones y coloridos para moda y decoración, por lo que este nuevo reto supone expectativas para un sector de una labor rica y edificante de la cultura oleira hasta el punto de que aplicado al vino siempre se ha procurado un maridaje con alimentos, y es de entender que bodegueros y oleiros pueden constituir un buen binomio de buen funcionamiento.

Oleiros de Buño diseñan tinajas con arcilla local para aplicar en las bodegas

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