Como cada 17 de agosto, Laxe honró este domingo a la Virgen del Carmen con la emotiva recreación del Simulacro do Naufraxio, una de las citas festivas más esperadas e importantes del verano en la comarca. Una vez más, esta fiesta declarada de Interés Turístico de Galicia, atrajo a miles de personas, que disfrutaron de la 63ª edición de un evento que conjuga devoción, emoción y tradición. El buen tiempo y el hecho de que la cita coincidiese en domingo aumentaron su éxito.
La jornada comenzó con un pasacalles amenizado por la banda de música Eduardo Pondal de Ponteceso y el grupo de gaitas de la Asociación Cultural Maruxía de Laxe. Luego se celebró en la iglesia parroquial de Santa María da Atalaia la misa solemne en honor a la Virgen del Carmen, patrona de los marineros. Fue una misa especial ya que se coronó la imagen de la santa, con una corona de donación parroquial.
A continuación, la imagen de la Virgen salió en procesión hacia el puerto, entre el repique de campanas y la música, escoltada por decenas de marineros que la portaban a hombros. La tradicional Danza de Arcos, a cargo de los más pequeños, fue otro de los atractivos de la jornada.
Una vez en el puerto tuvo lugar el momento más esperado, el Simulacro de Naufraxio, un evento cargado de simbolismo y emoción. Como cada año, un grupo de marineros salió en una embarcación, simulando una de sus habituales rutas de pesca. Al llegar a la mitad del recorrido, el barco ‘se hundió’ y los marineros se lanzaron al agua, intentando llegar a la orilla a nado. Sin embargo, uno de ellos se queda ‘inconsciente’ y el resto del grupo regresa para salvarlo. En ese momento se produce el milagro, cuando el cuerpo inerte es presentado a los pies de la Virgen y a, gracias a su intercesión, el marinero revive, en el punto álgido y más emotivo de la festividad. Esta tradición cumple ya 63 años, desde que la instauró Avelino Lema (fallecido en 2020) tras superar varios naufragios.
A continuación, los marineros cantaron la ‘Salve Marinera’, una canción que resuena cada año en las celebraciones, recordando a todos aquellos que han perdido la vida en el mar.
Tras el simulacro, los barcos engalanados salieron en procesión marítima, con la imagen de la Virgen del Carmen a bordo, escoltada por decenas de embarcaciones . Este año, el barco ‘Nuevo Narval’ fue el encargado de portar la talla y, entre las embarcaciones participantes las había incluso de Ribeira. El sonido de las bocinas de los barcos y los vítores de ‘Viva la Virgen del Carmen’ le dieron especial emoción al momento. Las aguas del puerto de Laxe se llenaron de color, en una imagen que se repite cada año y que nunca pierde su capacidad para llamar la atención de vecinos y visitantes.
Fue un homenaje y un recuerdo a las personas que nunca regresaron del mar. “Una jornada para sentir con orgullo nuestra historia marinera, para compartir comunidad y para mantener viva la memoria de quienes forman parte de nuestra identidad”, señaló el Concello de Laxe en sus redes sociales.