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martes | 23 abril | 2024
El narcosubmarino que apareció hundido en Vilaxoán podría estar vinculado con las lanchas que fueron localizadas el 22 de febrero en las playas de Ribeira. El semisumergible es muy similar al que en su día fue incautado en Cangas do Morrazo, aunque la diferencia es que, por el momento, nada se sabe de si en su interior hay o no droga.
Fue avistado de madrugada por un marinero cambadés, que dio la voz de alarma. Desde primera hora de la mañana, el puerto vilaxoanés se convirtió en un escenario que similaba al de una película, con un importante despliegue del que formaron parte Guardia Civil, Policía Nacional, Aduanas y Salvamento Marítimo, con diversas unidades.
Pocos datos trascendieron por el momento sobre el opertativo, aunque sí se sospecha que el narcosubmarino esté vinculado a una red a la que las fuerzas de seguridad llevan tiempo siguiéndole la pista y que, al mismo tiempo, tendría relación con las lanchas varadas en los arenales barbanzanas de Espiñeirido y O Vilar.
Las condiciones de la mar complicaron que se reflotara el narcosubmarino durante la jornada de ayer, aunque la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, indicó que la intención es hacerlo “o antes posible”, por lo que podría ser durante esta mañana.
El semisumergible se encuentra a aproximadamente una milla del puerto de Vilaxoán, muy próximo al muelle donde atracan los barcos bateeiros. El narcosubmarino tendrá unos 15 metros de eslora, siendo algo más pequeño que el hallado en Aldán, que tenía 22. Por lo demás, comparten características, siendo ambos de fabricación casera.
Apareció en la zona que se encuentra en el canal de entrada, entre dos grupos de bateas. El marinero que lo encontró le pareció vislumbró de inicio una mancha de aceite y pensó que se trataba de un sentinazo, pero después vio que algo sobresalía. Se trata probablemente de la proa del submarino, que se encuentra a unos siete u ocho metros de profundidad.
La primera inmersión de los buzos permitió conocer, según detalló Larriba, la posición del sumergible, que es transversal. Además, buena parte del submarino se encuentra hundido en una zona que es muy “fangosa”, en palabras de la subdelegada. Por ello, la operación para reflotarla es complicada. “Están viendo la manera en la que pueden atar el sumergible para que se pueda elevar sin que sufra ningún tipo de daño”, dijo la responsable del Estado en Pontevedra, que incidió en que el buque es de fibra de vidrio, por lo que hay que tener muchas cautelas para que no sufra ningún daño.
Las previsiones es que durante la jornada de mañana el tiempo mejore, por lo que se tratará de reiniciar las tareas a primera hora de la mañana. Una vez concluya el traslado del submarino, se podrá determinar, dijo Larriba, si guarda relación “con otras operaciones antidroga en las que llevan tiempo trabajando” las fuerzas de seguridad. La subdelegada destacó la colaboración, en este dispositivo, de Policía Nacional, Guardia Civil, Aduanas y Salvamento Marítimo.
Se trata del tercer narcosubmarino que se localiza en Galicia. El primero fue en la Ría de Vigo, fabricado en Gondomar, en el año 2006. Sin embargo, es a partir de 2019 cuando los narcos dan un salto cualitativo en el uso de este tipo de buques, ya que el localizado en noviembre de dicho año en Aldán estaba diseñado para cruzar el Atlántico. El que apareció ayer a un escaso kilómetro del muelle de Vilaxoán parece seguir el mismo modelo, según indicaron fuentes de la investigación.
No se sabe, por el momento, si en el caso vilaxoanés también se puede hablar de droga en su interior o si, por el contrario, ya se habrían desecho del alijo cuando procedieron a, supuestamente, hundir el sumergible.
Son cuestiones que Policía Nacional y Guardia Civil tendrán que determinar una vez cuenten con todos los datos, es decir, cuando puedan inspeccionar el submarino. Tampoco hay constancia de que hubiese ningún tripulante en su interior ni, por el momento, de que se produjeran registros en tierra o algún tipo de detención. Todo parece indicar que lo sucedido en Vilaxoán estaría relacionado con las lanchas que aparecieron, hace menos de un mes, en los arenales de Ribeira. La primera apareció en el litoral de Corrubedo y fue un particular el que la vio. Se trataba de una lancha de goma, de las que se suelen utilizar para transportar droga. Poco después, en O Vilar, otro vecino dio el aviso de la aparición de una embarcación de similares características, sin rastro de estupefacientes.
Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, así como de Aduanas, se desplazaron a Vilaxoán y desde las diez y media de la mañana el despliegue era importante en el muelle, donde los vecinos también siguieron con atención lo que allí sucedía.
Dos helicópteros, uno de ellos de Aduanas, participaron en un operativo al que se sumaron los buzos de los Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas, que cerca de las dos de la tarde salieron a la zona donde se encuentra el narcosubmarino, aunque pronto dieron vuelta.
Vigilancia Aduanera utilizó un dron marino para tener imágenes de la nave bajo el agua y poder, de esta forma, preparar mejor el traslado a tierra. A pie de muelle también estuvieron, dirigiendo la operación, el coronel Simón Venzal, comandante de la Guardia Civil de Pontevedra; el comisario provincial de la Policía Nacional, Juan José Díaz Jiménez, acompañado del jefe de la Comisaría de Vilagarcía, Luis Hombreiro. También se desplazaron a la zona altos cargos de la Agencia Tributaria y de la Delegación Especial de Hacienda en Galicia, así como el Capitán Marítimo de Vilagarcía, Juan Andrés Pérez.
