O Chorón desafía al mal tiempo y llena de animación el barrio de A Milagrosa

El color, la alegría y los disfraces volvieron a inundar las calles del barrio carballés de A Milagrosa. A pesar del mal tiempo, fueron muchos los vecinos y vecinas que decidieron ponerle buena cara y disfrutar de una jornada jovial y festiva celebrando el Renacemento do Chorón.

El peculiar Entroido de este barrio gira en torno a la figura del Chorón, un árbol que adornó durante cuarenta y tres años el atrio de la capilla. Tras el éxito de la primera edición celebrada el año pasado, los vecinos y la comisión de fiestas se volvieron a lanzar a las calles de A Milagrosa en la tarde de ayer. 
Durante la presentación, el presidente de la Asociación Cultural y Deportiva A Milagrosa, José Luis Barca Añón, recordó la historia en torno a la desaparición del sauce y la idea de los vecinos de plantar su propio chorón para que siga formando parte de la historia del barrio. Según indicó, hay muchos curiosos que se acercan al lugar, en las inmediaciones del Fórum, para ver de cerca el árbol, que ha desencadenado la posterior parodia, lo que da una muestra de su importancia.

Fiesta pasada por agua

La jornada daba comienzo a la una de la tarde con la música de Disco LB y Dj Giancarlo, seguidos de la sesión vermú a las dos con el grupo laxense O tren da unha.
A pesar del mal tiempo, la organización dio una solución para que los asistentes no se mojaran y pudieran disfrutar de las actuaciones musicales durante toda la jornada, instalando una carpa cubierta y calefactada con servicio de barra.

Desde las cuatro de la tarde y hasta las dos de la mañana fue turno para Dj Giancarlo de nuevo junto a Litainer, a los que se sumó el grupo La Bamba a las nueve y media de la noche. 
A las seis de la tarde, daba comienzo la Procesión do Chorón, que tuvo a Suso y José Manuel como padrinos y que recorría varias calles del barrio para terminar en el jardín del Fórum.

A las once de la noche tenía lugar el sorteo de la gran cesta de Entroido como colofón a una gran jornada festiva. 
El sorteo de este año contenía un surtido variado de premios con un original recipiente: un carro de madera construido por uno de los miembros de la comisión de fiestas, Suso, el  carpintero. El año pasado contaban con una carretilla, pero para esta edición se han superado, optando por este particular vehículo a modo de recipiente para albergar todos los productos.
Los premios fueron donados por los establecimientos comerciales de Carballo, a quienes quisieron agradecer su colaboración.