La Costa da Morte volvió a perder población durante el año pasado, aunque siete municipios han logrado ganar habitantes en medio de una tendencia general negativa. Se trata de Cabana, Carballo, Cee, Corcubión, Fisterra, Santa Comba y Cerceda. Así lo reflejan los datos que viene de hacer públicos el Instituto Galego de Estatística (IGE), relativos al 1 de enero del pasado ejercicio.
El conjunto de las comarcas de Bergantiños, Fisterra, Soneira y Xallas, junto al vecino municipio de Cerceda, contabilizan un total de 122.494 vecinos. Son 567 menos que en 2021, lo que se traduce en una caída de tan solo medio punto, aunque supera a la experimentada a nivel gallego (0,2%).
Por otro lado, de las 175 parroquias que conforman las comarcas de Bergantiños, Fisterra, Soneira y Xallas junto al limítrofe concello de Cerceda, tan solo una docena han ganado población desde principios de siglo, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Al frente de todas ellas se sitúa la parroquia larachesa de Torás, que entre los años 2000 y 2021 ha aumento su población en más del 76%, al pasar de 2.298 a 4.049 habitantes.
Las demás son: San Xoán y Bértoa de Carballo, Santa Comba; las larachesas de Lestón, Cabovilaño y Vilaño; Cee y Toba; la fisterrá de San Martín de Duio; O Allo, en Zas; y la capital de Vimianzo.